Carlo Costanzia atraviesa uno de los momentos más intensos y emocionantes de su vida. Tras haber obtenido su libertad, el joven ha querido volcarse de lleno en una nueva etapa que él mismo ha calificado como su “segunda oportunidad”, una expresión que no es menor para quien ha tenido que enfrentarse a situaciones personales, judiciales y mediáticas de gran impacto. En compañía de Alejandra Rubio, su pareja y madre del hijo que tienen en común, ha emprendido un viaje a Italia que, más allá de tener tintes vacacionales, ha resultado ser un auténtico punto de inflexión en su nueva vida. La pareja ha compartido ampliamente los momentos más significativos de esta escapada, dejando constancia en redes sociales de la complicidad que viven y de lo especial que ha sido esta experiencia en familia. Sin embargo, no todo ha sido idílico, y en las últimas horas una inesperada noticia ha alterado esa aparente tranquilidad.
2Novedades sobre Carlo Costanzia

Pero no todo ha sido nieve y sustos en este nuevo capítulo de la vida de Carlo Costanzia. El joven se encuentra inmerso en uno de sus proyectos más personales y ambiciosos: la apertura de su propio negocio. Bajo el nombre de Brigante’s Barber & Tattoo, ha creado un espacio que combina sus dos grandes pasiones: la barbería y el arte del tatuaje. En redes sociales, el local ya tiene perfiles oficiales donde puede leerse la descripción: “Tu estilo, nuestra precisión. Barbería y tatuajes de calidad. Próxima apertura”. La expectación es máxima entre sus seguidores y amigos, que han acompañado al hijo de Mar Flores en este proceso de transformación y de reconstrucción personal.
Tanto Carlo como Alejandra Rubio han trabajado intensamente para sacar adelante este proyecto. Se han encargado personalmente de la reforma del local, sin recurrir a empresas externas, confiando en su círculo más cercano para pintar, montar, decorar y poner a punto cada rincón. Un trabajo de fondo que refleja también la unión de la pareja, que se ha consolidado en este periodo tan especial. Alejandra ha confirmado recientemente que su pareja está exultante con el nuevo rumbo que ha tomado su vida y con lo cerca que está de ver materializado un sueño que llevaba tiempo gestándose.
Este cambio no solo representa una apuesta laboral, sino también un símbolo de madurez. Carlo Costanzia ha atravesado muchas etapas, algunas de ellas marcadas por errores y polémicas, pero parece haber encontrado un equilibrio que, si bien aún se sostiene con esfuerzo, ya muestra sus frutos. El viaje a Italia, su faceta como padre, la relación renovada con su madre y la inminente apertura de su negocio son elementos que componen una narrativa distinta, más luminosa y esperanzadora.
Aun así, el accidente en la nieve recuerda que las cicatrices del pasado —ya sean físicas o emocionales— no desaparecen fácilmente. La rodilla dañada, la preocupación de su madre, el recuerdo de una operación y una ex que aún habla de él con un tinte de desencanto forman parte de esa historia que no se borra, pero que ahora parece haberse integrado en una nueva versión de Carlo: más consciente, más determinado, quizás también más vulnerable. Y es precisamente esa mezcla la que hace que hoy, más que nunca, el hijo de Mar Flores sea observado con atención, no solo como personaje mediático, sino como alguien que está peleando por cambiar su destino.