sábado, 19 abril 2025

La Promesa desvela el próximo lunes la verdadera cara de uno de sus personajes

La Promesa sigue demostrando por qué es una de las series más adictivas de la tele. Cada capítulo es un torbellino de sentimientos que deja a la audiencia sin aire, pero este lunes no se quedará atrás. Revueltas que podrán cambiar el rumbo de muchas historias y capítulos de mucho griterío, dulces instantes familiares y secretos oscuros que están a punto de arruinar vidas.

Publicidad

Con la peligrosa partida de Pía junto al experto en venenos y sin olvidarnos de la creciente desconfianza sobre Ana en la desaparición de Dieguito, la mesa está bien servida. Nadie tiene la vida a salvo ni la tranquilidad, tampoco cuando la verdad comienza a atravesar las grietas del palacio de los Luján.

2
LA FRÁGIL FELICIDAD DE LOS LUJÁN

La Promesa desvela el próximo lunes la verdadera cara de uno de sus personajes
Fuente: RTVE

Catalina y Adriano viven en una burbuja en el marco de La Promesa, pero las burbujas, por definición, tienen su hora marcada. Ríen, se miran con complicidad, pero ocultan la verdad que Manuel conoce demasiado bien: el tiempo pasa y su felicidad lleva fecha de caducidad. Alonso, con su instinto infalible, está a punto de descubrirlo, y cuando lo haga, ¿será el amor de Catalina lo suficientemente fuerte para resistir la carga de la mentira?

Ana, por su lado, juega en una peligrosa partida de deslealtad. La frontera de desconfianza entre el servicio no cesa, y Petra, con su astucia, está decidida a destaparla. Cada palabra de Ana, cada gesto de falsa humildad, no hace sino alimentar las dudas. Si Ricardo decide actuar, ¿lo hará por lealtad Luján o por el odio que aún guarda hacia su exmujer? El mayordomo tiene tanto que perder como ella y en un palacio como este, no se da un paso sin calcular el riesgo.

Por otro lado, los bebés continúan siendo el único símbolo de pureza entre tanta maldad. Manuel los observa dormir y se pregunta si llegarán un día a conocer un mundo menos cruel que este. María Fernández le susurra palabras de aliento, pero hasta su sabiduría deslumbrante tiene sus límites. Cuando llegue la tormenta—y llegará—¿tendrán estas redes familiares la habilidad para permanecer en pie?


Publicidad