La Promesa sigue demostrando por qué es una de las series más adictivas de la tele. Cada capítulo es un torbellino de sentimientos que deja a la audiencia sin aire, pero este lunes no se quedará atrás. Revueltas que podrán cambiar el rumbo de muchas historias y capítulos de mucho griterío, dulces instantes familiares y secretos oscuros que están a punto de arruinar vidas.
Con la peligrosa partida de Pía junto al experto en venenos y sin olvidarnos de la creciente desconfianza sobre Ana en la desaparición de Dieguito, la mesa está bien servida. Nadie tiene la vida a salvo ni la tranquilidad, tampoco cuando la verdad comienza a atravesar las grietas del palacio de los Luján.
1PÍA AL BORDE DEL ABISMO

El especialista en venenos de La Promesa no es un hombre al cual se pueda engañar dos veces. La misma táctica que hace de su inteligencia su procedimiento letal, él tiene a Pía en el lugar que la quiere: contra las cuerdas, porque lo que había comenzado como una intención de pasar inadvertida, hacen de su situación un verdadero sueño del que no puede despertar. Cualquier palabra que ella diga puede ser utilizada en su contra y el silencio de la misma puede ser utilizado como una confesión. La pregunta no es si saldrá de esto, sino cómo.
Pero Pía no es mujer que se entregue fácilmente. Sus propios ojos, fríos como el acero, delatan a su mente calcular todas las posibilidades. ¿Podría haber una carta bajo la manga que ni el mismo experto ha previsto? O, tal vez, la forma de salir de esta sea de la mano de alguien, de alguien, alguien que ha permanecido a la sombra. El juego de espías en el palacio de los Luján es un juego de ajedrez donde las figuras se mueven solas y el próximo movimiento de Pía puede cambiar, por completo, el juego.
Afuera de esa habitación, hay quien más mira. Un aliado, un adversario o simplemente otro jugador que espera su turno. Sea como fuere, lo que es seguro es que la caída de Pía—o su milagrosa liberación—hará que un torrente de consecuencias tenga lugar. Y lo que es más, en un lugar donde todos conservan secretos, el primero que ceda será el primero en caer.