Oliver Trimingham, analista sénior del sector industrial en Fidelity International, considera que está produciéndose un cambio de paradigma en la defensa europea que está transformando un sector sin brillo, complicado y evitado en una oportunidad de alto crecimiento y de largo recorrido.
En la década de 1970, el cantante Edwin Starr cantaba: “War, huh, yeah. What is it good for?” (La guerra, ¿a quién beneficia?) Durante los últimos tres años, la respuesta a esta pregunta parecen ser los valores europeos de defensa. Por ejemplo, el estandarte del sector, la empresa alemana Rheinmetall, ha aumentado más del doble su valor este año tras haberlo multiplicado por siete en los tres años anteriores.
Los valores europeos de defensa suben

Fuente: LSEG Datastream, 31 de marzo de 2025.
Sin embargo, las vertiginosas ganancias de este año no tienen que ver con el conflicto de Ucrania, que parece acercarse a su resolución. El impulso ha provenido del presidente de EE.UU., Donald Trump, quien ha dejado claro que Europa debe asumir la responsabilidad de su propia seguridad a largo plazo.
Sorprendentemente, los políticos europeos se han mostrado dispuestos a relajar las normas fiscales para impulsar el gasto. Se trata de un cambio de paradigma que está transformando un sector sin brillo, complicado y evitado en una oportunidad de alto crecimiento y de largo recorrido que se compara con sectores glamurosos como la tecnología o las ciencias biológicas.
Planes europeos de defensa: las políticas nacionales determinarán el impacto fiscal
Europa gasta actualmente menos del 2% del PIB en defensa, lo que no basta para defenderse o disuadir a los agresores por sí sola. Creemos que es probable que los presupuestos de defensa aumenten hasta el 3-3,5% del PIB en la década de 2030, lo que implica que el gasto en defensa casi se duplicará en la próxima década.
Europa tendrá que crear su tejido industrial de defensa
Es probable que gran parte de ese presupuesto se destine a equipos. En la actualidad, solo se gasta alrededor del 35% en equipos, pero la flota europea es antigua y está infradotada. Para este rearme, se gastará una mayor proporción en tanques, aviones, barcos y submarinos. Y como este cambio presupuestario es permanente, Europa necesita crear su tejido industrial.
El gasto militar de la UE (% del PIB) se ha ido reduciendo durante décadas

Fuente: LSEG Datastream, Banco Mundial, 2024.
Alrededor de un tercio del presupuesto para equipamiento de Europa se destina a empresas europeas, lo que refleja las mayores capacidades de EE.UU. La Comisión Europea ha propuesto una Estrategia Industrial de Defensa cuyo objetivo es que al menos el 50% de los presupuestos de adquisiciones se gasten en la UE en 2030 y el 60% en 2035.
Aunque esta magnitud puede ser inviable, la intención es positiva para los valores de defensa de la región. En conjunto, pensamos que los ingresos europeos en defensa crecerán a un ritmo de dos dígitos durante una década, con una gran visibilidad respaldada por unas carteras de pedidos amplias y crecientes.
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Ante estas perspectivas, los inversores están apresurándose a comprar estos valores, lo que se ve acentuado por el escaso posicionamiento institucional. Morgan Stanley estima que el 68% y el 62% de los fondos long-only globales y europeos, respectivamente, no tenían exposición a empresas europeas de defensa a finales de 2024. Hace tiempo que el sector no goza de gran popularidad, ya que las preocupaciones en materia ESG han obligado a algunos fondos a desinvertir. Esto está cambiando a medida que se reevalúa la necesidad de seguridad.
La defensa europea es un argumento de inversión convincente a largo plazo, pero desconfiamos de la euforia actual. A consecuencia de ello, preferimos los ganadores menos obvios. Por ejemplo, Airbus, Safran y Rolls-Royce tienen excelentes fundamentales, con negocios desde aviones civiles hasta motores, pero también generan entre el 20 y el 30% de sus ventas en defensa. Iveco ofrece exposición a un mercado europeo de vehículos comerciales en recuperación, pero también tiene una rama de defensa, que se escindirá o venderá, ayudando a cristalizar el valor de esas acciones.