Puedes estar comiendo insectos y no lo sabes. Cuidar lo que comemos es una decisión que cada vez más personas intentan tomar con responsabilidad. Pero lo cierto es que, en medio de la rutina, muchas veces dejamos pasar detalles que son más importantes de lo que parecen. Uno de ellos es leer las etiquetas de los productos que compramos en el supermercado. Y si creías que al llevar una pizza o unas patatas fritas estabas comprando algo “normal”, puede que esta información te haga cambiar de opinión.
Sí, como lo leíste en el título, algunos productos que tienes ahora mismo en tu cocina contienen insectos en su composición. No es una exageración ni una teoría conspirativa. Es una realidad que está ocurriendo desde hace algunos años, avalada por normativas oficiales, y que tal vez ni siquiera habías notado.
4¿Cómo saber si un producto contiene insectos?

Aquí viene lo complicado. Aunque la normativa exige que se especifique su presencia, no siempre es fácil identificarlos en la etiqueta. Algunos ejemplos de nombres con los que podrías encontrarlos son:
- “Harina de grillo” o “polvo de insecto”
- Acheta domesticus (nombre científico del grillo doméstico)
- Tenebrio molitor (gusano de la harina)
- Locusta migratoria (langosta migratoria)
- Alphitobius diaperinus (escarabajo del estiércol)
Por lo tanto, si ves alguno de estos nombres en un producto, ya sabes lo que significa: estás consumiendo Insectos procesados, aunque no los veas ni los reconozcas a simple vista.