Puedes estar comiendo insectos y no lo sabes. Cuidar lo que comemos es una decisión que cada vez más personas intentan tomar con responsabilidad. Pero lo cierto es que, en medio de la rutina, muchas veces dejamos pasar detalles que son más importantes de lo que parecen. Uno de ellos es leer las etiquetas de los productos que compramos en el supermercado. Y si creías que al llevar una pizza o unas patatas fritas estabas comprando algo “normal”, puede que esta información te haga cambiar de opinión.
Sí, como lo leíste en el título, algunos productos que tienes ahora mismo en tu cocina contienen Insectos en su composición. No es una exageración ni una teoría conspirativa. Es una realidad que está ocurriendo desde hace algunos años, avalada por normativas oficiales, y que tal vez ni siquiera habías notado.
1¿Cómo es posible que estemos comiendo insectos sin saberlo?

Todo comenzó cuando la Unión Europea aprobó el uso de insectos en alimentos procesados. Esta decisión, aunque polémica, se hizo con el argumento de que los Insectos son una fuente de proteína sostenible y eficiente para la producción de alimentos.
Desde entonces, comenzaron a aparecer harinas, polvos y pastas elaboradas con insectos como el gusano de la harina, el grillo doméstico, la langosta migratoria o el escarabajo del estiércol, todos autorizados para el consumo humano. ¿La trampa? Que en muchos casos estos ingredientes aparecen en el etiquetado bajo su nombre científico, lo que hace que pasen desapercibidos para la mayoría de las personas.