Los economistas dan por hecha una nueva bajada de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE) de 25 puntos básicos en la reunión de mañana ante la situación económica actual. Esta decisión dejaría la tasa de depósito en el 2,25%, un nivel que ya no se considera restrictivo para la política monetaria europea.
El motivo de esta nueva bajada sería, por un lado, el crecimiento económico y, por otro lado, el posible impacto negativo de los aranceles sobre la demanda. Esto es lo que los economistas internacionales han contado a Merca2.
Cristina Gavín, jefa de Renta Fija y gestora de fondos de Ibercaja Gestión, apunta que el mercado espera con gran interés la reunión del BCE. El terremoto que ha supuesto el día de la liberación para los mercados financieros a nivel mundial ha llevado también a un cambio radical de escenario en cuanto a lo que podemos esperar en materia de política monetaria. El aplazamiento anunciado por Trump supone un alivio momentáneo, pero la incertidumbre se mantiene.
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Si tras la reunión del pasado mes de marzo, el mercado daba por hecho que estábamos cada vez más cerca del nivel de llegada y se hablaba de una pausa en el proceso de bajadas, a día de hoy, esta probabilidad se aleja, y se da prácticamente por descontado un nuevo recorte en abril, que llevará la facilidad de depósito al 2,25%. A partir de aquí, parece que el proceso de bajadas continuará con al menos dos movimientos adicionales antes de fin de año.
El nivel de llegada esperado se sitúa ahora más cerca del 1,50%, y parece lógico esperar que el BCE asuma que va a ser necesario situarnos por debajo del nivel de neutralidad en materia de tipos para tratar de frenar la desaceleración económica a la que la guerra arancelaria parece aborcarnos.
Será especialmente interesante prestar atención a la rueda de prensa posterior de Lagarde donde haga una valoración de la situación económica actual, y el impacto que sobre el crecimiento va a tener la guerra arancelaria. Creemos que la bajada del precio del petróleo, la debilidad económica y la fortaleza del euro pueden mitigar los riesgos inflacionarios en Europa y dar argumentos al BCE para prolongar su proceso de bajada de tipos más allá de lo que se anticipaba a comienzos de año.

No muy lejos de esas ideas, François Rimeu, estratega senior de Crédit Mutuel Asset Management, insiste en el recorte.Esta decisión estará motivada por la creciente preocupación del organismo por el crecimiento económico. Además, reflejará las opiniones divergentes, entre las posturas más moderadas y las más restrictivas, de sus miembros en cuanto a los riesgos inflacionistas.
La preocupación del BCE por la desaceleración económica ha ido en aumento tras el anuncio, el pasado 2 de abril, de una agresiva subida de los aranceles por parte de Donald Trump (un 20 % adicional para la Unión Europea), aunque estas medidas hayan sido parcialmente suspendidas durante 90 días (con la excepción de China).
La preocupación del BCE por la desaceleración económica ha ido en aumento tras el anuncio de una agresiva subida de los aranceles por parte de Trump
Estas son sus previsiones de cara a la reunión de esta semana:
- Ante el aumento de la incertidumbre económica, es probable que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, mantenga abiertas todas las opciones para adaptar las decisiones de política monetaria futura en cada reunión, en función de los datos disponibles, las proyecciones económicas y la evaluación de los riesgos, que han cambiado significativamente desde el miércoles 2 de abril. Ese día, calificado como «Día de la Liberación» por Donald Trump, reavivó el temor a una desaceleración económica prolongada en la Unión Europea que podría lastrar los precios, a pesar de eventuales medidas compensatorias.
- Aunque los tipos de interés continúan siendo la principal herramienta de política monetaria, Christine Lagarde recordará que el BCE dispone de instrumentos «no convencionales» (operaciones de financiación a más largo plazo con objetivo específico -TLTRO-, instrumento de protección de la transmisión -TPI-, entre otros) en caso de tensiones financieras.

Los aranceles están detrás del recorte del BCE
Peter Goves, responsable de Análisis de Deuda Soberana de Mercados Desarrollados de MFS Investment Management, va por esa misma idea:
Tenemos la alta convicción de que el BCE recortará su tipo de interés oficial en 25 puntos. Esto responde a las noticias sobre el probable impacto negativo de los aranceles sobre la demanda. Incluso antes del anuncio de los aranceles, se preveía que la inflación se dirigiría hacia el objetivo a medio plazo, por lo que la introducción de estos aranceles (con un mínimo del 10% y cargos adicionales aún en evolución), junto con la incertidumbre asociada, hace que, en nuestra opinión, un nuevo recorte sea altamente probable. Esto llevaría al tipo de interés oficial al extremo superior del rango neutral, que se sitúa entre 1,75% y 2,25%.
Sin embargo, sospechamos firmemente que, incluso al 10%, los aranceles representan un impacto negativo significativo sobre la demanda. La elevada incertidumbre también podría reducir la confianza de los consumidores, su gasto y las decisiones empresariales.
Incluso al 10%, los aranceles representan un impacto negativo significativo sobre la demanda
Los acontecimientos se están desarrollando a un ritmo rápido e impredecible, por lo que un escenario central está plagado de riesgos extremos. Creemos que los tipos podrían moverse hacia el extremo inferior del rango neutral, si no por debajo, considerando las revisiones a la baja en el crecimiento, con los riesgos claramente aún inclinados a la baja. Una incertidumbre tan elevada y riesgos a la baja son factores que el BCE no puede permitirse ignorar, aunque mucho dependerá de cómo los nuevos datos afecten a la evaluación de la inflación a medio plazo.
Shaan Raithatha, CFA, economista senior en Vanguard Group, también habla de aranceles: los anuncios arancelarios del “Día de la Liberación” del pasado 2 de abril han elevado nuestra estimación de la tasa arancelaria efectiva sobre la UE hasta el 15%. Esto, junto con la previsión de nuevos aranceles en sectores actualmente exentos (como los productos farmacéuticos y los semiconductores), habría empujado dicha tasa por encima del 20%.
Sin embargo, la prórroga de 90 días anunciada el 9 de abril ha atenuado parcialmente este impacto. Si se mantiene y los aranceles sectoriales se aplican como prevemos, la tasa efectiva se mantendría más cerca del 15%. En definitiva, aumentamos nuestra estimación base del arancel efectivo sobre la UE del 5% al 15%.
Junto con una desaceleración más generalizada del crecimiento global, condiciones financieras más restrictivas y una apreciación del euro, rebajamos nuestras previsiones de PIB para 2025 y 2026 en 0,2 y 0,6 puntos porcentuales, hasta el 0,8% y el 1,0%, respectivamente. Esto elimina casi por completo los beneficios que se esperaban de una política fiscal más expansiva por parte de la UE, y sitúa a la eurozona al borde de una recesión técnica en la segunda mitad de 2025.
La necesidad de una política monetaria más flexible en comparación con marzo es clara. Algo que se ha visto respaldado por recientes declaraciones de responsables del BCE, como José Luis Escrivá: “algunos de los peores escenarios que habíamos identificado se están materializando”; Rehn: “el recorte de tipos en abril está justificado por la aparición de riesgos a la baja”; y Villeroy: “los aranceles del 2 de abril refuerzan la necesidad de un recorte inminente”.
Además, incorporamos dos recortes adicionales a nuestra previsión anterior. Esperamos que el BCE reduzca la tasa de facilidad de depósito en 25 puntos básicos en su reunión del jueves, situándola en el 2,25%, y que esta vaya seguida de dos recortes más, llevando la tasa terminal al 1,75%.

Gilles Moëc, economista jefe en AXA IM, es muy claro:“el entorno macroeconómico actual permite al BCE actuar con rapidez y contundencia. Esperamos un recorte esta semana y que el BCE deje claro que está preparado para seguir ajustando si la situación lo requiere”, indica Gilles Moëc, que explica: “Aunque no esperamos un ‘festival dovish’, el BCE no necesita ser excesivamente prescriptivo. Bastaría con mensajes como ‘estamos preparados para actuar según evolucione la situación macroeconómica’. El mercado estará muy pendiente de si el comunicado mantiene que la política monetaria sigue siendo ‘restrictiva’. Si no cambia esa fórmula, el BCE conserva margen para recortes adicionales sin modificar su postura general”, concluye Moëc.
En cuanto a las perspectivas, señala que “nuestro escenario central es que el tipo de interés baje hasta el 1 % antes de final de año, frente al 1,50 % previo al ‘Día de la Liberación’. La combinación de menor actividad, petróleo más barato y un euro más fuerte está acelerando la desinflación en la zona euro, lo que refuerza el margen de actuación del BCE”.
Atentos al euro y muy atentos a la reunión de junio
En este punto, Moëc comenta que “El fortalecimiento del euro, casi un 8 % frente al dólar desde la toma de posesión de Trump y un 8 % frente al yuan, también añade presión bajista sobre los precios, con implicaciones claras para la política monetaria. Según las propias estimaciones del BCE, solo la apreciación del euro reduciría la inflación entre 0,3 y 0,4 puntos porcentuales”.
Por último, Jon Levy, estratega macroeconómico global, Loomis, Sayles & Company (Natixis IM) habla de que “la reunión de junio es realmente crucial. Para entonces, el BCE tendrá muchas pruebas sobre cómo los aranceles y la interrupción del comercio afectan a la fijación de precios. También habrá mucha más claridad sobre las perspectivas fiscales en Europa. Esto permitirá una decisión estratégica, que también establecerá puntos de referencia para acciones futuras.”
“En cuanto a esta semana, la tarea más importante para el BCE es transmitir su respeto por la incertidumbre y asegurarse de que el mercado entiende su trabajo analítico. Si el BCE mantiene o recorta 25 puntos básicos esta semana es interesante, sobre todo, como posible impulsor de una reacción exagerada”.