Vivimos pegados a una pantalla, eso es una realidad incontestable en la España de hoy, casi una extensión de nuestro propio brazo que nos conecta, informa y entretiene. Sin embargo, esa ventana al mundo que llevamos en el bolsillo también puede ser una puerta abierta a nuestra privacidad, y la preocupación sobre si nuestro móvil nos escucha más de la cuenta es una sombra que planea sobre muchos usuarios. La idea de que conversaciones privadas puedan ser captadas sin nuestro consentimiento explícito genera una inquietud lógica, alimentada a menudo por la publicidad sospechosamente oportuna que nos asalta tras hablar de un tema concreto.
Lejos de caer en alarmismos infundados o teorías conspirativas, existe una base real para esta preocupación: las aplicaciones que instalamos en nuestros dispositivos. Muchas de ellas solicitan acceso al micrófono, a veces por motivos justificados y otras de forma menos clara, acumulando permisos que no siempre son estrictamente necesarios para su funcionamiento. Afortunadamente, el sistema operativo Android ofrece herramientas para gestionar estos permisos de forma granular, permitiéndonos tomar el control y poner coto a posibles escuchas indeseadas, mediante un ajuste específico que va más allá de la solución drástica y poco práctica del modo avión.
3PASO A PASO: DESACTIVA EL MICRÓFONO DONDE NO HACE FALTA

Acceder al panel de control de permisos en un móvil Android es un proceso relativamente sencillo, aunque la ruta exacta puede variar ligeramente dependiendo de la versión del sistema operativo y la capa de personalización del fabricante (Samsung, Xiaomi, Google Pixel, etc.). Generalmente, el camino a seguir implica dirigirse a los ‘Ajustes’ del teléfono, buscar una sección denominada ‘Privacidad’, ‘Seguridad y privacidad’ o similar, y dentro de ella localizar el ‘Gestor de permisos’ o ‘Permisos de aplicaciones’, donde encontraremos una lista de los diferentes sensores y funciones del teléfono, incluido el ‘Micrófono’. Pulsando sobre él, se desplegará la lista completa de aplicaciones que tienen o han solicitado acceso.
Una vez dentro de la sección del micrófono, veremos qué aplicaciones tienen permiso permanente («Permitir solo mientras la app está en uso» o «Permitir siempre», aunque esta última opción es rara y desaconsejable para el micrófono), cuáles lo tienen denegado y cuáles están configuradas para «Preguntar siempre». La tarea consiste en revisar esta lista con espíritu crítico: ¿Necesita esa aplicación de edición de fondos de pantalla acceder al micrófono? Probablemente no, así que procederemos a pulsar sobre ella y seleccionar la opción ‘No permitir’ o ‘Denegar’. Repetir este proceso con cada aplicación sospechosa o innecesaria nos devolverá el control sobre quién puede activar el micrófono de nuestro móvil.