sábado, 19 abril 2025

Este ajuste en tu móvil Android te protege de escuchas indeseadas, y no es el modo avión

Vivimos pegados a una pantalla, eso es una realidad incontestable en la España de hoy, casi una extensión de nuestro propio brazo que nos conecta, informa y entretiene. Sin embargo, esa ventana al mundo que llevamos en el bolsillo también puede ser una puerta abierta a nuestra privacidad, y la preocupación sobre si nuestro móvil nos escucha más de la cuenta es una sombra que planea sobre muchos usuarios. La idea de que conversaciones privadas puedan ser captadas sin nuestro consentimiento explícito genera una inquietud lógica, alimentada a menudo por la publicidad sospechosamente oportuna que nos asalta tras hablar de un tema concreto.

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Lejos de caer en alarmismos infundados o teorías conspirativas, existe una base real para esta preocupación: las aplicaciones que instalamos en nuestros dispositivos. Muchas de ellas solicitan acceso al micrófono, a veces por motivos justificados y otras de forma menos clara, acumulando permisos que no siempre son estrictamente necesarios para su funcionamiento. Afortunadamente, el sistema operativo Android ofrece herramientas para gestionar estos permisos de forma granular, permitiéndonos tomar el control y poner coto a posibles escuchas indeseadas, mediante un ajuste específico que va más allá de la solución drástica y poco práctica del modo avión.

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MÁS ALLÁ DEL MODO AVIÓN: EL VERDADERO INTERRUPTOR DE OÍDOS

Fuente Freepik

Cuando la preocupación por las escuchas aprieta, la primera reacción de algunos usuarios puede ser activar el modo avión, pensando que así cortan toda comunicación y, por ende, cualquier posibilidad de transmisión de audio. Si bien el modo avión efectivamente desactiva las conexiones inalámbricas (WiFi, datos móviles, Bluetooth), no impide que una aplicación con permiso de micrófono pueda seguir accediendo a él y grabando audio localmente en el dispositivo. Ese audio podría ser almacenado y transmitido más tarde, una vez que se restablezca la conexión, por lo que esta medida no ataja el problema de raíz si la app tiene el permiso concedido.

La solución real y efectiva pasa por gestionar directamente los permisos que cada aplicación tiene sobre el hardware de nuestro móvil, una funcionalidad que Android ha ido puliendo con el tiempo para ofrecer un control más detallado al usuario. El permiso de acceso al micrófono es uno de los más sensibles, junto con la cámara, la ubicación o los contactos, y el sistema nos permite revisar qué aplicaciones tienen vía libre para utilizarlo y revocar ese permiso si consideramos que no es necesario. Este control granular es la herramienta fundamental para asegurarnos de que solo las aplicaciones estrictamente necesarias puedan «escuchar» a través de nuestro terminal.


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