sábado, 19 abril 2025

El ‘oro rojo’ que tienes en la cocina y es más potente que el ibuprofeno para el dolor menstrual

Pocas cosas hay tan universales y, a menudo, tan silenciadas como las molestias asociadas al ciclo femenino. Durante generaciones, se ha recurrido a un arsenal de remedios, desde la bolsa de agua caliente hasta los analgésicos de farmacia, buscando alivio para el dolor menstrual, una realidad que afecta a millones de mujeres cada mes con intensidades muy variables. Sin embargo, en la propia despensa, camuflado como un condimento de lujo para paellas y guisos, podría esconderse un aliado inesperado y sorprendentemente potente: el azafrán, esas hebras rojizas cuyo valor justifica su apodo de ‘oro rojo’.

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La sabiduría popular, a veces, se adelanta a la ciencia, y aunque el uso del azafrán en la cocina española es ancestral, sus posibles propiedades terapéuticas están empezando a captar la atención de la investigación moderna. Lejos de ser una simple especia que aporta color y un aroma inconfundible, estudios recientes sugieren que el azafrán posee compuestos bioactivos con efectos analgésicos y antiespasmódicos notables. Explorar estas facetas menos conocidas del Crocus sativus abre una puerta fascinante, un camino que podría complementar o incluso, según algunos indicios preliminares, rivalizar con tratamientos convencionales para una dolencia tan común y a la vez tan personal.

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¿CÓMO ACTÚA ESTE ‘ANALGÉSICO’ NATURAL EN EL CUERPO?

Fuente Freepik

Profundizar en el mecanismo de acción del azafrán ayuda a entender por qué podría ser efectivo contra el dolor menstrual. Se cree que sus componentes activos, especialmente el safranal y la crocina, poseen propiedades antiespasmódicas, lo que significa que podrían ayudar a relajar la musculatura lisa del útero, cuyas contracciones son una causa principal del dolor tipo cólico durante la menstruación. Esta relajación muscular podría traducirse directamente en una disminución de la intensidad de los calambres, abordando una de las raíces fisiológicas del malestar.

Además de su efecto relajante muscular, las propiedades antiinflamatorias del azafrán también juegan un papel crucial. La inflamación es un componente importante en la dismenorrea, y la capacidad del azafrán para modular ciertos marcadores inflamatorios podría contribuir significativamente a su efecto analgésico, ofreciendo un alivio que va más allá de la simple relajación muscular. Algunos estudios incluso sugieren efectos sobre el estado de ánimo y la percepción del dolor a nivel del sistema nervioso central, lo que añadiría otra capa de complejidad y potencial a su acción terapéutica frente al dolor menstrual.


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