¿Te levantas por la mañana y descubres una marca morada en la pierna o el brazo sin tener ni la más remota idea de cómo ha llegado hasta ahí? No eres el único, le pasa a más gente de la que imaginas. A menudo, estos Moratones que aparecen como por arte de magia, sin un golpe previo que los justifique, se despachan con un simple «qué raro» y se olvidan, pero podrían ser mucho más que una anécdota curiosa; podrían ser una llamada de atención silenciosa que tu propio cuerpo te está enviando, una señal que no deberías ignorar tan a la ligera.
Esos hematomas espontáneos, esas manchas que van del violáceo al amarillento verdoso con el paso de los días, a veces son solo eso, marcas sin importancia debidas a un pequeño tropiezo olvidado o a una presión inadvertida durante la noche. Sin embargo, cuando se vuelven frecuentes, extensos o aparecen en lugares poco habituales sin causa aparente, la historia cambia. Podrían estar indicando desde una simple fragilidad de tus vasos sanguíneos más pequeños hasta problemas más serios relacionados con la forma en que tu sangre coagula, o incluso déficits importantes de vitaminas esenciales para la salud vascular y la cicatrización, revelando un desequilibrio interno que merece, como mínimo, una reflexión y, en muchos casos, una consulta médica para salir de dudas y atajar el problema si existe.
4¿VENAS DE CRISTAL?: LA FRAGILIDAD CAPILAR BAJO LA LUPA

Más allá de la coagulación y las vitaminas, existe un concepto llamado fragilidad capilar. Imagina que tus capilares, esos diminutos vasos sanguíneos que forman una red por todo tu cuerpo, tienen unas paredes excepcionalmente débiles, casi como si fueran de cristal fino. En esta situación, cualquier mínima presión, roce o incluso un cambio brusco de tensión puede ser suficiente para que se rompan y liberen sangre, dando lugar a la formación de Moratones sin que medie un golpe significativo. Esta fragilidad puede ser una condición en sí misma o un síntoma de otros problemas.
El envejecimiento natural y la exposición crónica al sol son causas comunes de una mayor fragilidad capilar, ya que ambos factores debilitan el colágeno y la elastina de la piel y los tejidos conectivos que soportan los vasos. Sin embargo, también puede estar asociada a ciertas condiciones médicas. Por ejemplo, el uso prolongado de corticosteroides, tanto tópicos como sistémicos, es bien conocido por adelgazar la piel y aumentar la fragilidad vascular, haciendo que los Moratones aparezcan con facilidad. Otras causas pueden incluir trastornos genéticos del tejido conectivo, vasculitis (inflamación de los vasos sanguíneos) o incluso el síndrome de Cushing, relacionado con niveles elevados de cortisol.