La vida de Bahar en Renacer se ha convertido en una zona de guerra: cada victoria es pasajera, cada derrota, asoladora. Renacer, la serie turca que ha fascinado a las audiencias a partir de su trágica historia, lleva a la protagonista a un juego en el que se olvida de sus expectativas, y la historia va por una serie de golpes que sobrepasan su resistencia.
Lo que en un principio fue una historia de redención personal se ha tornado en una vorágine de traiciones, secretos y decisiones irreversibles. Aunque Bahar no retorne a ser la mujer que hizo frente a la raíz de sus sueños para su familia, sino que se ha convertido en un fenómeno, aunque los guerreros más fuertes tienen puntos débiles.
2LA RESURRECIÓN DE EVREN

Evren se despierta en Renacer, pero su despertar es amargo. Aquellas habladurías sobre el joven a quien ha salvado, ¿su hijo? ¿Su hermano? Terminan estallando en una revelación que tambalea los cimientos de la serie. En vez de abrazarse a la verdad, Evren rechaza la verdad con frialdad, con lo cual Bahar y los espectadores quedan varados en el fango de la incomprensión.
Mientras van llegando, Efsun va realizando su jugada magistral. Seren y Uras, atrapados por las circunstancias, toman una decisión crujiente, la de interrumpir el embarazo. La manipulación de Efsun no solo destruye una vida, sino que también destroza una relación que parecía indestructible. En Renacer, la maldad no siempre tiene la cara de una máscara; a veces ni la tiene, sólo sonrisas y promesas que se hacen.
Bahar, testigo de tanto dolor, decide que ha llegado el momento de dejar de reaccionar y empezar a actuar. Recupera su casa, delata a Sureyya y, por un momento, parece que cuando se encana el sol tras las nubes, pero el destino es siempre un revés, una puñalada tan letal que incluso los espectadores más veteranos se quedarán sin palabras.
La decisión que toma Evren de rechazar al joven al que salvó no es únicamente una actitud de cobardía, sino un reflejo de sus propias heridas. ¿Es capaz de perdonar quien no se perdona a sí mismo? Su frialdad no es indiferencia, sino miedo a someterse a su pasado y a sus propios fantasmas.
El aborto de Seren y de Uras no es solamente una tragedia personal -de amor perdido-, sino una metáfora de hasta qué punto el miedo puede acabar incluso con los amores más puros. Efsun no les obligó: los manipuló hasta convencernos de que no tenían otra opción. ¿Cuántas decisiones tomamos convencidos de que son libres, cuando ya nos han programado para elegir con esas condiciones?
Después de recuperar su casa, Bahar cree por fin en la justicia, pero el universo de Renacer es más cruel. El giro final de este capítulo de Renacer no es fortuito, sino una vez más la constatación de que, en el mundo de Renacer, cada paso de luz proyecta una sombra aún mayor. Y Bahar, entonces, deberá decidir: ¿aceptar la derrota, o reconvertirse en algo que ni ella misma podría llegar a reconocer?
Te contamos más a continuación.