sábado, 19 abril 2025

Tu lavadora tiene un botón secreto que te ayuda a ahorrar y no lo sabes

En el trajín diario de nuestros hogares, convivimos con electrodomésticos que creemos conocer al dedillo, máquinas que nos facilitan la vida casi sin que reparemos en ellas. Sin embargo, bajo esa apariencia familiar, a menudo se esconden funciones y secretos que podrían transformar nuestra rutina y, sobre todo, aliviar nuestro bolsillo y nuestra conciencia ecológica. Es el caso de ese aparato indispensable en cualquier casa moderna, tu lavadora, que guarda una tecla, un programa, una opción que muchos pasan por alto pero que encierra la llave de un consumo más inteligente y responsable.

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Estos programas, conocidos genéricamente como ‘ECO’ o de baja temperatura, no son un añadido reciente ni una función experimental; llevan años formando parte del panel de mandos de la mayoría de modelos del mercado. A pesar de ello, una mezcla de desconocimiento, prisas y la arraigada creencia de que solo el agua caliente garantiza una limpieza profunda hace que permanezcan, en gran medida, infrautilizados. Desentrañar el misterio de este «botón secreto» no solo revela una forma sencilla de ahorrar energía y agua, sino que también nos invita a repensar nuestros hábitos de lavado para adaptarlos a las necesidades reales de nuestra ropa y a las posibilidades que la tecnología actual nos ofrece.

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EL AHORRO REAL: CIFRAS QUE CONVENCEN A TU BOLSILLO

Fuente Freepik

Hablemos claro, porque el ahorro asociado al uso de los programas ECO no es una entelequia, sino una realidad tangible que se refleja directamente en la factura de la luz y, en menor medida, en la del agua. Calentar el agua es, con diferencia, la fase del ciclo de lavado que más energía consume en una lavadora; se estima que entre el 80% y el 90% del gasto energético de un lavado convencional se destina a esta tarea. Al reducir la temperatura de 60ºC o 90ºC a 20ºC o 30ºC, el ahorro energético puede oscilar entre un 40% y un 65% por ciclo, una cifra nada despreciable que se acumula lavado tras lavado.

Si trasladamos estos porcentajes a euros contantes y sonantes, el impacto se vuelve aún más evidente. Considerando el precio actual de la electricidad y una frecuencia de lavado media, una familia española podría ahorrar varias decenas de euros al año simplemente cambiando sus hábitos y optando por los programas de baja temperatura siempre que sea posible. Además, aunque el ahorro de agua es menos drástico que el energético, algunos programas ECO también optimizan su consumo, contribuyendo a una doble reducción de costes y recursos. La eficiencia de tu lavadora, esa que miras en la etiqueta energética al comprarla, se maximiza realmente cuando utilizas estos programas diseñados específicamente para ello.


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