jueves, 24 abril 2025

Así es como un ajuste de tu Wi-Fi permite que cualquiera te espíe desde fuera

Vivimos abrazados a la comodidad de lo inalámbrico, una red invisible que nos conecta al mundo desde el sofá, la cocina o incluso el jardín. Pero esa misma comodidad puede volverse en nuestra contra si no prestamos atención a los detalles, ya que una configuración incorrecta de nuestro Wi-Fi puede convertir nuestro hogar en un escaparate digital para ojos ajenos, comprometiendo nuestra privacidad de formas que apenas imaginamos. La tecnología avanza a pasos agigantados, y con ella, las artimañas de quienes buscan fisgonear o algo peor.

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La seguridad de nuestra red doméstica no es un asunto baladí, aunque a menudo la releguemos a un segundo plano, eclipsada por la urgencia de conectarnos cuanto antes. El problema reside en que muchos dispositivos vienen con ajustes predeterminados pensados más para la facilidad de instalación que para la protección real, dejando puertas abiertas que cualquiera con un mínimo conocimiento técnico y malas intenciones puede aprovechar. Entender cómo funcionan estas vulnerabilidades y, sobre todo, cómo cerrarlas, es fundamental en la era de la hiperconectividad en la que estamos inmersos.

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WPS: EL BOTÓN AMIGO CON UN SECRETO OSCURO Y PELIGROSO

Fuente Freepik

El sistema WPS (Wi-Fi Protected Setup) se diseñó con la buena intención de facilitar la conexión de nuevos dispositivos a la red Wi-Fi sin necesidad de introducir largas contraseñas, simplemente pulsando un botón en el router y en el dispositivo. Sin embargo, esta comodidad esconde una vulnerabilidad significativa en su método de autenticación mediante PIN, ya que este código numérico, generalmente de ocho dígitos, puede ser descubierto mediante ataques de fuerza bruta en cuestión de horas, no de días o semanas como cabría esperar por la longitud del PIN.

El fallo reside en cómo se verifica el PIN: el sistema lo divide en dos mitades y las comprueba por separado, reduciendo drásticamente el número de combinaciones posibles que un atacante necesita probar. Una vez que se obtiene el PIN correcto a través de este método, el atacante no solo conecta su dispositivo a la red, sino que también puede obtener la contraseña real del Wi-Fi (la clave WPA/WPA2), comprometiendo así toda la seguridad de la red de forma permanente hasta que se cambie dicha contraseña. Desactivar el WPS, si no se utiliza activamente, elimina de raíz este vector de ataque específico contra nuestro Wi-Fi.


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