miércoles, 16 abril 2025

La DGT señala el mayor peligro silencioso del cinturón mal colocado

El asfalto esconde peligros que van más allá de un despiste o un exceso de velocidad, amenazas silenciosas que anidan en los gestos más cotidianos, esos que hacemos casi sin pensar. La DGT lleva años advirtiendo sobre la importancia vital de los sistemas de seguridad pasiva, pero a veces, la confianza o la simple pereza nos llevan a cometer errores fatales sin siquiera ser conscientes de ello. Uno de los más graves, y quizás menos conocido por el gran público, es el derivado de un cinturón de seguridad mal ajustado, una trampa mortal que convierte nuestro mejor aliado en un enemigo inesperado en caso de colisión.

Publicidad

Hablamos del infame ‘efecto submarino’, un término que suena casi a maniobra naval pero que describe una realidad aterradora dentro del habitáculo de un vehículo accidentado. No se trata de un fallo del mecanismo, sino de un uso incorrecto que provoca que el cuerpo, en lugar de ser retenido firmemente por la banda pélvica del cinturón, se deslice por debajo de ella durante el impacto. Las consecuencias pueden ser devastadoras, multiplicando el riesgo de sufrir lesiones internas graves o incluso mortales, precisamente porque la fuerza del choque se concentra en zonas blandas y desprotegidas del abdomen en lugar de en la estructura ósea de la pelvis, diseñada para soportar grandes presiones.

4
ABRÓCHATE A LA VIDA (BIEN): CONSEJOS DE ORO PARA EVITAR EL PELIGRO

Fuente Freepik

Evitar caer en la trampa del ‘efecto submarino’ es relativamente sencillo si interiorizamos unas pautas básicas y las convertimos en rutina cada vez que subimos a un vehículo. La clave reside en la correcta colocación y ajuste del cinturón de seguridad. La banda inferior o pélvica debe pasar siempre por encima de los huesos de la cadera, lo más baja posible, rozando la parte superior de los muslos pero nunca sobre el abdomen. Es fundamental asegurarse de que esta banda quede bien ceñida al cuerpo, sin holguras que permitan el deslizamiento inicial. La DGT incide en la importancia de este ajuste preciso.

La banda superior o diagonal también requiere atención: debe cruzar el pecho por el centro, apoyándose sobre la clavícula (entre el hombro y el cuello), sin quedar demasiado cerca del cuello ni caerse por el brazo. Igual de importante es la postura; debemos sentarnos erguidos, con la espalda bien apoyada en el respaldo, evitando reclinarlo en exceso como si estuviéramos en el sofá de casa. Antes de iniciar la marcha, es recomendable dar un pequeño tirón seco hacia arriba a la banda diagonal para eliminar cualquier holgura residual que pueda haber quedado. Estas recomendaciones, avaladas por la DGT, son gestos simples que salvan vidas.


Publicidad