miércoles, 16 abril 2025

Un protagonista de ‘Anatomía de Grey’ confiesa sufrir una enfermedad incurable

La vida puede dar un giro en un abrir y cerrar de ojos, y para uno de los actores de Anatomía de Grey, lo hizo con un diagnóstico que le dejó en shock. Eric Dane, el autor de la combinación de varios de los papeles más conocidos de la televisión estadounidense, ha confesado que sufre esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad neurodegenerativa sin tratamiento.

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En su entrevista con People, Eric Dane dice lo siguiente y lo hace con un punto de gratitud y realismo a partes iguales: «Me han diagnosticado ELA… Estoy agradecido por tener a mi querida familia a mi lado en este nuevo capítulo». Sus palabras expresan una fortaleza admirable combinada con la crudeza de un pronóstico que, de momento, no arroja luces sobre opciones de recuperación.

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LA ENFERMEDAD QUE DESAFÍA LA MEDICINA

Un protagonista de 'Anatomía de Grey' confiesa sufrir una enfermedad incurable
Fuente: Max

La esclerosis lateral amiotrófica se halla entre unas de las condiciones más crueles que existen. Se dirige a las neuronas motoras, cuyas funciones van relacionadas con movimientos básicos como caminar, hablar o respirar. Con una esperanza de vida media de tres a cinco años tras el diagnóstico, la ELA no perdona pero sí permite excepciones. Michael se parece a Stephen Hawking, que hizo frente a las estadísticas y prolongó su vida durante décadas incluso a pesar de la enfermedad.

Dane no es indiferente a los retos médicos. Superó en 2008 un carcinoma espinocelular, que es un tipo de cáncer de piel que podría ser fatal si no se detecta a tiempo. Su anterior experiencia médica con una enfermedad grave le otorgó una razón para darse un valor añadido como portavoz de la concienciación. Y abriendo la posibilidad de hablar sobre la ELA, logra ayudar a visibilizar una patología que necesita de más investigación y de más recursos.

Lo más cruel de la ELA es que la mente queda intacta mientras el cuerpo se apaga. Los pacientes la describen como una «cárcel» en la que se encuentran prisioneros de sí mismos. Para un actor como Dane, que toda su vida se ha ido definiendo por una expresión física, el diagnóstico duele especialmente. Pese a todo ello, su actitud positiva y su deseo de seguir trabajando resultan admirables.

A diferencia de enfermedades neurodegenerativas, en la ELA la clínica avanza rápido y sin tregua, no existen tratamientos eficaces, sólo cuidados paliativos que tratan de mejorar la calidad de vida, cada caso es diferente, la enfermedad se desarrolla de maneras distintas, unos empiezan por perder el habla, otros antes la movilidad, pero todos comparten la incertidumbre.

El Ice Bucket Challenge de 2014 recaudó millones para la investigación, pero el tratamiento sigue siendo remota. El caso de Dane podría recuperar cierto interés público, como el de Stephen Hawking o el jugador de béisbol Lou Gehrig, cuya asociación con la enfermedad la ha hecho conocida en EE.UU. La visibilidad cuenta: a medida que más rostros se sumen habrá más presión para que se tengan que buscar soluciones.

Tras los números hay personas cuyas historias importan y esa necesidad da fuerza al relato. Eric Dane es una voz más en el número de más de 450.000 personas en el mundo que son o han sido pacientes de ELA, su voz puede ser el altavoz que mueva a generar un cambio, ya merecerá su peso en oro.


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