La televisión es el mejor inversor en los días de asueto, pero incluso las series más fieles, como La Promesa o Valle Salvaje, también deben rendirse ante las tradiciones (más bien ante la programación de las emisoras). La Semana Santa está ya muy cerca (del 14 al 20 de abril de 2025) y las cadenas se ven obligadas a adaptar sus parrillas a un ritmo más pausado, donde hay que dejar un espacio a la religión, que también tiene cabida para las familias y el entretenimiento.
RTVE no es la excepción y sus dos grandes bazas de sobremesa —La Promesa / Valle Salvaje— no podrán ofrecer sus capítulos diarios, que se verán alterados a partir del 14 de abril. Durante los próximos días los más fieles a la ficción tendrán que dejar su hueco a otras emisiones.
1HORARIOS EN MODO STOP AND GO

La rutina televisiva se interrumpe durante la celebración de la Semana Santa, aunque no se desaparecerá del todo. La Promesa y Valle Salvaje, las dos cabeceras de referencia en la ficción de sobremesa, continuarán en su habitual emisión de lunes a miércoles (14, 15 y 16 de abril), respetando sus franjas de siempre: la serie ambientada en un entorno rural a las 16:15 y el drama de intriga nobiliaria a las 17:35.
Pero el jueves 17 y el viernes 18, la 1 cederá su lugar a una programación especial y los fieles seguidores de las series se quedarán sin episodios nuevos. Este ‘hueco’ en la parrilla no es adrede: los días en el corazón de la festividad, la audiencia lineal suele caer, pues muchas familias optan por viajar o celebrar fuera de casa.
En lugar de emitir capítulos que no lleguen a ser seguidos, RTVE apueste por otro tipo de contenidos a la medida de la temática —documentales, películas y retransmisiones religiosas, que se adaptan al espíritu de estas fechas. El lunes 21 todo vuelve a la normalidad, aunque con alguna excepción. El martes 22 de abril, habrá nuevos cambios en la parrilla que aún no se han desvelado.
Para los más acérrimos seguidores, este interludio es un auténtico regalo. Volver a vivir escenas cumbres, estudiar los escondites de los secretos o poner en marcha maratones privados son tan solo algunas de las maneras en las que la audiencia aprovecha la escasez de televisión. Las redes sociales se convierten en un hervidero de teorías al utilizar todas las herramientas disponibles para analizar al milímetro los detalles de los últimos capítulos.
Las cadenas son conscientes de que la lealtad a la causa de la audiencia no se esfumará a los pocos días, sino, al contrario, que la falta de periodicidad proporcionará un aumento de las ganas de retomar la normalidad. La estrategia de RTVE parece clara: dejar con hambre al espectador para que vuelva con más ganas.