Desde hace unos pocos meses, Gesternova opera bajo la denominación comercial Contigo Energía. Gran parte de la responsabilidad de guiar al grupo en el cada vez más competitivo sector de la energía renovable y el autoconsumo fotovoltaico recae sobre Jorge González Cortés, vicepresidente de la compañía.
En los últimos tiempos, su labor como directivo ha fructificado en éxitos -la expansión al mercado portugués-, pero también le ha tocado afrontar amargos reveses -la multa de Competencia por presunta manipulación del mercado-. González ha departido con MERCA2 sobre el presente y futuro del Grupo Gesternova y del sector energético.
MERCA2: Las nuevas tecnologías, con la IA y los centros de datos a la cabeza, multiplicarán la demanda de energía renovable. ¿Cómo afrontan en Gesternova este futuro lleno de oportunidades?
Jorge González: Cada vez que alguien recurre a Chat GPT para crear una imagen, usa la energía necesaria para cargar un teléfono móvil. En España, la máxima potencia histórica se alcanzó en 2007, con 45.000 megavatios (MW) de demanda, y ahora mismo no superamos los 40.000 MW.
La IA va a demandar mucha energía, pero en nuestro país disponemos de energía barata y limpia suficiente. Hay que cambiar los esquemas mentales y acabar con las preocupaciones de escasez de oferta. El problema va a estribar en la transmisión de esa energía, en la capacidad de la red para gestionarla, no en la producción.
«EN ESPAÑA, NO HAY UN PROBLEMA DE EXCESO DE DEMANDA, SINO DE FALTA DE LA MISMA. YA TENEMOS ENERGÍA BARATA Y LIMPIA; AHORA HAY QUE TENER QUIÉN LA CONSUMA Y PODER HACÉRSELA LLEGAR»
M2: En el sector energético, hay un clamor que se escucha en todos los frentes: si vamos a apostar por las renovables, es necesario un mayor desarrollo de las redes eléctricas. ¿Cuál es su postura?
JG: Nuestro operador del sistema ha sido capaz de integrar gran cantidad de renovables, pero los usuarios también requerimos seguridad de suministro y estabilidad en el sistema. Tenemos un Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) que establece unos objetivos muy ambicioso de despliegue de energías ‘verdes’, con una inversión privada de entre 200.000 y 300.000 millones de euros. Y las empresas que pongan ese dinero encima de la mesa querrán recuperar su inversión.
Todo esto supone una oportunidad única de reindustrialización, algo para lo que el sistema eléctrico está capacitado. Pero la capacidad de transmisión de la red es fundamental para abastecer a las nuevas tecnologías, como los centros de datos.
Hoy, el problema es que la demanda no responde de forma suficiente al enorme esfuerzo de integración de renovables en el sistema. No hay un problema de demanda excesiva, sino de falta de la misma. Hay que generar oportunidades y tejido industrial para equilibrar el sistema eléctrico. Ya hemos cumplido el objetivo de contar con energía barata y limpia; ahora hay que tener quién la consuma y poder hacérsela llegar.
M2: La tecnología de almacenamiento aporta estabilidad y fiabilidad a las renovables. ¿Cree que estamos cerca de que las baterías hagan del sol y el viento una fuente tan regular como el petróleo, el gas y la nuclear?
JG: El almacenamiento y la hibridación de instalaciones representan un problema por lo mismo que he dicho antes: la capacidad de generación es muy superior a la capacidad de demanda. Esto genera un problema técnico porque tenemos muy poca capacidad de almacenamiento.
Las baterías solucionan el problema de vertido de energía solo de forma transitoria, pero le proporcionan a los productores de energía la oportunidad de no tener que desperdiciar generación, lo que aporta más seguridad de suministro al sistema, reduciendo el riesgo de cortes de suministro.

M2: ¿Qué papel tiene el autoconsumo en la transición energética?
JG: En España, con el autoconsumo nos hemos querido ‘merendar la cena’. Hemos proyectado un crecimiento del mismo que no era realista. No es que esté pasando por horas bajas, simplemente crece al ritmo que el mercado le dicta. Ha habido muchas empresas que han crecido demasiado rápido y han caído igual de rápido.
Hoy, el autoconsumo tiene que hacer viable el ahorro en horas en que la energía es baratísima. La respuesta a esta incongruencia es el almacenamiento residencial, que aporta flexibilidad y evita el desperdicio de recursos. Cada batería es una oportunidad de importar y exportar energía al sistema según convenga, haciendo el mercado más flexible y resiliente.
Los consumidores, sean particulares o empresas, entienden en términos de euros: todo lo que sea abaratar la factura es atractivo.
«EN GESTERNOVA, cuando iniciamos nuestro periplo en el autoconsumo, vimos desde el principio que el ‘boom’ que se proyectaba no era realista»
M2: Como bien ha dicho, en los últimos tiempos muchas empresas del área del autoconsumo, como Holaluz o EiDF, se la han pegado o han estado a punto de hacerlo. ¿Qué lecciones han extraído de esto en Gesternova/Contigo Energía?
JG: En Gesternova, cuando iniciamos nuestro periplo en el autoconsumo, vimos desde el principio que el boom que se proyectaba no era realista. El crecimiento meteórico del autoconsumo se dio en circunstancias muy específicas: bajos tipos de interés y alarma por unos precios de energía altísimos.
Lo que sucedió fue que esas circunstancias desaparecieron pasaron dos años, y las compañías que se habían dimensionado en base a ellas se encontraron con un mercado diferente. El autoconsumo ya no era tan demandado. Por otro lado, cada hogar hará, en la mayoría de los casos, una sola instalación de autoconsumo en toda su vida, por lo que cada oportunidad de vender que tenía cada empresa era única y descartaba todas las demás.
M2: ¿Volverá el autoconsumo residencial a los tiempos dorados que siguieron a la crisis energética en Europa?
JG: Nadie previó la pandemia, igual que nadie previó una recuperación de la economía tan rápida después del confinamiento. Es muy difícil saber si nos volveremos a encontrar un escenario similar.
De igual modo, no hay ninguna razón para concluir que no volveremos a sufrir un encarecimiento brutal de la energía. No hay más que ver la política arancelaria actual de EEUU. Lo que debemos tener siempre presente es que los crecimientos exponenciales nunca son indefinidos. En todos los mercados, el número de clientes es finito, y todo lo que sube exponencialmente cae de igual modo.
GESTERNOVA Y CONTIGO ENERGÍA, DOS NOMBRES Y UN PROPÓSITO
M2: ¿Por qué se tomó la decisión de unificar Gesternova y Contigo Energía en una sola marca comercial?
JG: Por un lado, teníamos la actividad de nuestra filial, Contigo Energía, y por otro la de la matriz, Gesternova, con nombres distintos siendo el mismo grupo, lo que generaba confusión.
Por otro lado, elegimos ‘Contigo’ porque queremos acompañar a nuestros clientes siempre, no hacer la instalación y desentendernos. Nos parecía adecuado transmitir ese mensaje de cercanía y servicio al cliente.
M2: Recientemente, la marca se ha expandido a Portugal. ¿Qué otras operaciones de crecimiento podemos esperar de Contigo Energía?
JG: En el mercado ibérico, Portugal es nuestro espacio de expansión natural. Gesternova está presente allí desde 2020 y ahora nos hemos extendido a la comercialización y la representación. En nuestra faceta de traders, hace tiempo que operamos en toda Europa y también en EEUU, pero como vendedores, nuestra ambición de momento se restringe a Portugal, donde, como empresa ibérica, nos sentimos cómodos.
M2: Competencia ha sancionado a Gesternova con una multa de seis millones de euros por ofertar energía solar en horas nocturnas, manipulando el mercado eléctrico. Ustedes han interpuesto recurso, defendiendo que lo que hizo la compañía -desplazar la producción a unidades que sí podían producir por la noche- no tiene un impacto significativo en los precios ni en el sistema. ¿Cómo sostiene esta postura?
JG: Nosotros operamos de la misma manera que operan otros agentes dentro del mercado, luego no entendemos por qué se nos acusa por hacer algo de sentido común: ajustar los programas de producción en función de las necesidades de los clientes. Así ofrecíamos precios más competitivos, beneficiando a los usuarios. Por eso hemos interpuesto recurso contencioso-administrativo.
Ni siquiera sabemos en qué fundamentaba sus acusaciones la CNMC. Podríamos haber aceptado y haber reducido sustancialmente la sanción, pero estamos convencidos de haber obrado con toda regularidad, de acuerdo a la regulación del mercado, y estamos dispuestos a seguir luchando en los tribunales hasta el final.