A medida que tienen nuevas exigencias, los conductores de Uber, Cabify y Bolt en Madrid siguen exigiendo nuevos derechos. Si ya suman un examen para poder recibir la licencia de VTC y mínimos en cuanto al estado del vehículo, además de tener que cumplir las exigencias medioambientales de la capital, a los conductores les parece lógico que también puedan usar el carril especial dedicado únicamente al autobús y al taxi. Es una petición importante, que evidentemente no comparten los taxistas, ni tienen planteada la ciudad.
De hecho, no es especialmente raro ver vehículos de las plataformas de la nueva movilidad en estos espacios. Muchos conductores asumen el riesgo de una sanción económica con tal de reducir el tiempo de cada viaje y poder aumentar su facturación, que sigue siendo clave para que a final de mes puedan conseguir los bonos de calidad que ofrece cada una de estas empresas.
En cualquier caso, los taxistas aseguran que, a pesar de lo que dice la normativa vigente, las sanciones no se aplican como deberían. Desde el sector explican que, junto a Más Madrid pedirán se revisen las sanciones que se han ignorado en muchos casos, y pidiendo al ayuntamiento que explique las medidas que se están tomando para evitar que los vehículos de estas empresas usen este carril. Es un problema que marca de forma permanente el uso de estos espacios, y que castiga a los taxistas de forma particular por qué aumenta el tiempo de cada viaje y, por tanto, el precio marcado por el taxímetro.
Es un choque más entre los dos sectores que se mantienen en guerra desde la irrupción en España de la llamada «nueva movilidad». Lo cierto es que los taxistas todavía defienden que las nuevas empresas del sector están esforzándose para que estos dejen de operar, y desde sectores del Gobierno se sigue defendiendo que es un modelo que hay que cuidar frente a la amenaza que representan Uber, Cabify y Bolt. Pero dejando de lado estas controversias políticas, para los conductores de ambas partes la velocidad que permite el canal especial es clave para la facturación de los trabajadores.
UNA PETICIÓN DE VARIOS PAÍSES DE EUROPA
La realidad es que las plataformas de la «nueva movilidad» en España no son las únicas con peticiones similares. En Reino Unido, Alemania o Italia ha habido conversaciones similares, pero en líneas generales las decisiones han sido a favor del taxi, y en territorio ibérico no parece que sea una excepción, incluso desde el equipo de Isabel Díaz Ayuso se ha defendido la posición de los taxistas. Es una posición más que clara, sobre todo por las diferencias entre ambos sectores, incluso si según el sector del taxi se asegura que en la práctica se defiende la normativa, pero no se cumple.
De igual modo, en el caso madrileño las organizaciones del taxi mantienen una vigilancia constante, enviando denuncias cuando ven a alguno de los vehículos del sector de las VTC usando este carril. A esto se suma que, si aumenta el tráfico en el carril de servicios, este también afectará a los autobuses de la EMT que también usan este espacio, lo que podría aumentar todavía más los problemas en el espacio.
Además, esto ocurre al mismo tiempo que las VTC hacen presión para que Madrid aumente la cantidad de licencias y vehículos de estas plataformas. Allí está la sentencia a favor de Cabify y el estudio de KPMG que ha patrocinado Bolt, en esta realidad es difícil dejar de lado que si estos vehículos se suman al carril de servicio habría que revisar el número que opera en la capital, pues las preocupaciones sobre el tráfico y sobre la presión en el mercado, ya están presentes.
MADRID NO ES EL PRINCIPAL PROBLEMA DE UBER, CABIFY Y BOLT
Lo cierto es que lo que ocurre en Madrid no es el principal problema para estas plataformas. A pesar de las nuevas exigencias para operar en la capital, la situación de la Ciudad Condal y el resto de Cataluña es mucho más delicada. La nueva ley de transporte que se espera se apruebe en la Generalitat en las próximas semanas, básicamente los expulsa, por lo que su esfuerzo de lobby y la presión de la patronal se mantiene sobre todo en Barcelona.

En cualquier caso, todavía hay algo de tiempo antes de que se apruebe la nueva ley. Será interesante seguir de cerca la situación, y ver como enfocan cada una de sus luchas, además de la presión permanente que mantienen los taxistas sobre los conductores de Uber, Cabify y Bolt.