El capítulo 575 de La Promesa es el punto de partida para un nuevo camino de la historia, lleno de cambios emocionales que desgarran a los personajes en lo más profundo. El regreso de Pía del cementerio denota un alma en vilo, y su mirada perdida habla de que lo que encontró allí no era lo que ella esperaba. La pregunta sobre las circunstancias de la muerte de Jana la han dejado al borde del abismo.
Aunque no sabemos qué es lo que encontró entre las efigies de las lápidas, lo que sí se puede afirmar es que su mundo se ha roto un poco más. En ese instante, el personaje de Manuel está lidiando con su batalla contra la culpa y el remordimiento, su súplica angustiosa a María Fernández para intentar que no se marche de La Promesa parece un grito en silencio contra el vacío que le devora.
3EL PARTO QUE NADIE ESPERABA EN LA PROMESA

El embarazo de Catalina era siempre una bomba de relojería, y aquí finalmente explota; su decisión de cortar todo lazo con Adriano no hizo más que tensar la cuerda entre ambos, lo que provocó la ruptura de una crisis a nivel físico y emocional, porque el dolor de la mujer le dobla con una llegada del parto precipitada, y el miedo la invade a ella y a él.
Los gritos de Catalina resuenan en La Promesa, con el efecto de convertir ese drama privado en un asunto de todos. Las sirvientas corren aquí y allí con agua y paños, mientras Adriano, fuera de sí, pide gritos que lo dejen entrar en la habitación; pero la esposa no quiere verlo, y esa negativa a verlo añade más fuego al drama. Podrá él, en esas circunstancias, ante tal crisis, respetar su voluntad o, por el contrario, la desesperación dominará la situación y se impondrá; ¿ya no queda más que eso?
El niño nace en medio del torbellino, pero la dicha es breve. Una voz profiere que el niño es débil y que Catalina ha perdido cantidad de sangre… La vida cuelga de un hilo. Las decisiones que se toman en cuestión de minutos decidirán cuál es su futuro. Con los personajes que se preguntan si madre e hijo sobrevivirán, el espectador se queda con una certeza: este parto no es una clausura, es el inicio de otra batalla.
El capítulo 575 de La Promesa es un terremoto narrativo cuyas réplicas se harán sentir en los próximos episodios. El cementerio, la habitación donde Catalina lucha por dar a luz… cada una de las escenas está envuelta en un dramatismo que engancha y sujeta a quien la observa. Pía, Manuel, Catalina son las tres caras de una misma moneda: desesperación, culpa y amor que duele.