Ayer, a dos horas del cierre del mercado, Trump lanzó su enésimo golpe de efecto: anunció una pausa de 90 días en algunos aranceles y una reducción temporal al 10%, lo que desató una auténtica explosión alcista en Wall Street. El S&P 500 subió un 7,8%, el Dow Jones rebotó más de 2.300 puntos y el Nasdaq voló un 10%.
Pero conviene leer entre líneas, según los expertos. La exclusión de los sectores estratégicos de esa moratoria, junto con la amenaza de subir al 125% si no hay avances, deja claro que no se trata de una tregua duradera, sino de un paréntesis táctico, quizá más orientado a calmar a los mercados que a resolver el conflicto de fondo.
Empresas como Apple (+11%) o Nvidia (+13%) lideraron el rebote, pero más por recuperación técnica que por una mejora en los fundamentales. Walmart, en cambio, fue mucho más elocuente, retirando su previsión de ingresos ante la imposibilidad de proyectar márgenes en medio de una política comercial errática. Lo mismo hizo Delta Air Lines, que recortó sus perspectivas para 2025, alertando del impacto en el consumo y en la demanda turística.

El mensaje es claro: el mercado está reaccionando al vaivén político más que a las señales económicas. Las bolsas se han vuelto altamente dependientes de titulares, y eso introduce una volatilidad que ya no es excepcional, sino estructural. El caso del IBEX 35 es ilustrativo: su caída moderada no debe interpretarse como fortaleza interna, sino como el reflejo de una composición sectorial menos expuesta al comercio internacional… de momento. Estamos ya en un entorno donde la desglobalización deja de ser un concepto académico para materializarse en decisiones concretas, tanto en el plano político como en el corporativo. El riesgo ya no es solo el proteccionismo, sino la incertidumbre constante como marco de actuación. Y el capital, poco a poco, empieza a descontarlo.
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El petróleo, que seguía ahondando máximos de los últimos cuatro años, rebotaba también con fuerza (el Brent pasaba de 59 dólares a 65 y el West Texas subía hasta los 62 dólares, aunque hoy viene con caídas del 1%), el euro cedía un poco (baja a 1,098 desde 1,106 dólares) y la rentabilidad del bono estadounidense a diez años baja del 4,42% al 4,30%.
Tras el subidón de ayer de Wall Street, las bolsas asiáticas cierran con importantes subidas (el Nikkei ha subido un +8,3%), los futuros en Europa anticipan un claro rebote (los del EuroStoxx 50 suben un +7,4% y los del Ibex un +6,2%) y en EEUU corrigen ligeramente (-0,5% los del S&P 500 y -1,0% los del Nasdaq).
Recordemos que hoy se publica en EEUU la lectura del índice de precios de consumo (IPC) del mes de marzo. En principio se espera que la tasa interanual de crecimiento del IPC y de su subyacente hayan bajado con respecto a febrero, hasta el 2,6% y el 3,0%, respectivamente. Una buena lectura daría algo de margen a la Reserva Federal (Fed) para plantearse nuevamente bajar sus tasas de interés de referencia.
¿Qué va a pasar hoy?
En Link Securities señalan: «HOY esperamos que las bolsas europeas abran con fuertes alzas, “poniéndose de esta forma al día” con las estadounidenses, en un día que, salvo nuevas declaraciones sorpresa, debe ser de alivio en estos mercados. Destacar, además, que en la agenda macroeconómica del día será la publicación esta tarde en EEUU del IPC de marzo la cita clave. Se espera que tanto la inflación general como su subyacente se hayan moderado ligeramente en el mes, lo que, de confirmarse, será bien recibido por los inversores. comentar que esta madrugada las bolsas asiáticas suben con fuerza, con las chinas quedándose algo atrás; que el dólar cede parte de lo ganado a última hora de AYER, al igual que lo hace el precio del crudo; que el precio del oro sigue subiendo con fuerza; y que las principales criptodivisas también pierden algo de los avances registrados AYER.»