La vida en Sueños de Libertad ha sido siempre difícil, pero el capítulo 285 deja la angustia en cotas muy, muy altas para todos los personajes. Con traiciones familiares y diagnósticos médicos fatídicos, cada uno de los personajes acaba siendo empujado a un punto de no retorno. Luis lidia con su propia angustia; Damián hace acopio de sus armas jurídicas; María es una contrincante incansable; y secretos escondidos por años van a salir a la luz.
La misma que alumbra el giro que pone en la serie, la tradición del suspense y la narración en el mundo del contexto del audiovisual. La serie hace honor al estilo y lo lleva a otro nivel, inventándose un juego de narraciones, un juego de intrigas en el que, ni el fondo ni la forma, evita algo más que la consecución de la expectativa del espectador.
2MIEDOS Y DIAGNÓSTICOS

Luis se encuentra atravesando su etapa de máxima vulnerabilidad en Sueños de Libertad. La intervención quirúrgica que en teoría debería devolverle su sentido del olfato ha pasado a convertirse para él en una sentencia de muerte. Joaquín intenta tranquilizarlo, pero es incapaz de hacer llegar a su amigo sus ganas de vivir; lo que dice suena a palabras vacías frente a la amenaza del miedo visceral que siente Luis ante la inminencia de su propia muerte.
¿Y si no se despierta a la vida después de la intervención quirúrgica?, ¿es posible que la tormenta de la vida se trague en un instante una existencia entera? El momento es aún más dramático con la llegada de Andrés; las noticias son inquietantes, hay algo oscuro tras los prolegómenos médicos. ¿Es paranoia? ¿es el desgarro de la vida misma haciendo mella en Luis, o alguien, un ser humano que se encuentra a su lado, juega con el tiempo y la vida de los otros?
El drama médico es ahora con Gema más intenso. Está en los servicios de urgencias y el pronóstico del doctor Herrera es, por decirlo poéticamente, un buen jarro de agua fría. No es el trato más ameno ni más deseado: las noticias son las peores que podrían esperarse. Su debilidad emocional se enfrenta a la crueldad de María, que parece disfrutar con el sufrimiento que ella misma ha desencadenado.
Gema, habituada a ser la fuerte, pronto se siente atacada hasta la etapa de las traiciones mas suicidas de ella misma. Pero el giro de la existencia llega cuando Luz y Begoña descubren el secreto más negro que se oculta tras el doctor Herrera. “No es un salvador, es un adicto”, susurra Begoña, decidida a actuar antes de que más vidas se vean involucradas. ¿Actuarán con tiempo?
En el caso de Claudia, atrapada entre la esperanza y el miedo controlado, cancela la cita concertada con Raúl. La sombra de sus inseguridades se hace más larga que la de su deseo de continuar. Fina intenta animarla, pero Claudia no puede dejar de sentirse como si no tuviera derecho a eso, a la felicidad que se le presenta. ¿Se trata de miedo a ser rechazado por Raúl, o del fantasma de un pasado que no la deja continuar? Tomar la decisión de cancelar va más allá de la renuncia amorosa: de este modo se plasma la imagen que tiene de la que debe ser.