La sopa de ajo es un plato tradicional de la cocina castellana que ha sido un pilar en la gastronomía de España durante siglos. Este sencillo y reconfortante guiso destaca por su sabor robusto a ajo y su capacidad para nutrir. Aunque es un plato que se consume habitualmente a lo largo del año, adquiere un significado especial durante la Semana Santa, cuando muchas personas buscan comidas más ligeras y basadas en ingredientes vegetales debido a las tradiciones de Cuaresma.
En este artículo, exploraremos la historia de la sopa de ajo, los ingredientes que la componen, una receta detallada paso a paso, y sugerencias de acompañamiento que complementarán este delicioso plato.
La sopa de ajo tiene raíces antiguas que se remontan a los tiempos de los romanos y los griegos, quienes ya solían consumir caldos a base de ajo y pan, ingredientes que eran comunes en la dieta de las clases más humildes. A medida que las costumbres culinarias evolucionaron, la sopa de ajo fue ganando popularidad en la Península Ibérica, especialmente en la región de Castilla.
Este plato es conocido por su simplicidad y economía, lo que lo convierte en una opción ideal para las familias rurales. Durante la Semana Santa, la tradición de no consumir carne ha llevado a que la sopa de ajo se convierta en una opción habitual en muchas mesas. Esta sopa también es valorada por sus propiedades reconfortantes y nutritivas, ideal para la época de primavera donde, a menudo, las noches todavía son frías.
2Receta paso a paso de sopa de ajo

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Preparación de los ingredientes
Antes de comenzar a cocinar, asegúrate de tener todos los ingredientes listos y a la mano. Si utilizas pan del día anterior, asegúrate de que esté seco, ya que esto ayudará a que absorba bien los sabores del caldo y no se deshaga.
Sofrito de ajo
1. Calentar el aceite:
– En una cazuela grande, calienta 4-6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra a fuego medio.
2. Saltear el ajo:
– Cuando el aceite esté caliente, añade los dientes de ajo fileteados. Sofríe el ajo durante unos minutos, revolviendo con frecuencia para asegurarte de que no se queme. Debe dorarse ligeramente, liberando su increíble aroma.
Cocinar el pan
3. Incorporar el pan:
– Una vez que el ajo esté dorado y fragante, añade el pan cortado en trozos pequeños a la cazuela. Sofríe el pan con el ajo durante unos minutos. Esto le dará al pan un sabor delicioso y lo hará crujiente.
4. Añadir el pimentón:
– Agrega la cucharadita de pimentón dulce al sartén. Remueve rápidamente, porque el pimentón puede quemarse fácilmente. Cocina durante aproximadamente 30 segundos para que el sabor se intensifique.
Incorporar el caldo
5. Añadir el caldo:
– Vierte el litro de caldo de verduras en la cazuela. Remueve bien para mezclar todos los ingredientes. Lleva la mezcla a ebullición, luego reduce el fuego a medio-bajo y deja que hierva a fuego lento durante unos 15-20 minutos para que los sabores se integren.
Agregar los huevos
6. Cocinar los huevos (opcional):
– Si decides añadir huevos, puedes hacerlo de dos maneras. La primera es cascar los huevos directamente en la sopa durante los últimos 5 minutos, permitiendo que se cocinen en el caldo. La segunda opción es cocer los huevos por separado, escalfándolos y agregándolos al plato al servir.
Sazonar y servir
7. Ajustar sazonado:
– Prueba la sopa y ajusta la sal y la pimienta a tu gusto. Recuerda que el jamón o el chorizo pueden añadir salinidad, así que consulta el sabor antes de añadir más sal.
8. Servir:
– Sirve la sopa caliente en platos hondos. Puedes decorar cada porción con un poco de perejil o cilantro fresco picado para añadir un toque de color y frescura.