viernes, 18 abril 2025

La OCU alerta sobre la nueva trampa psicológica en las ofertas ‘irresistibles’

El universo del consumo moderno es una jungla fascinante, llena de reclamos luminosos y promesas de ahorro que tientan hasta al comprador más precavido. Nos encanta sentir que hacemos un buen negocio, que conseguimos ese objeto deseado por menos de lo que esperábamos, pero ¿son todas las ofertas tan ventajosas como parecen? La Organización de Consumidores y Usuarios, más conocida por sus siglas OCU, ha vuelto a poner el foco en una técnica de marketing tan vieja como efectiva, aunque ahora revestida de nuevas estrategias digitales: el anclaje de precios. Esa sensación de triunfo al ver un descuento abultado podría ser, en realidad, el resultado de una cuidada maniobra psicológica diseñada para nublar nuestro juicio y abrir nuestra cartera sin que apenas nos demos cuenta.

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Esta táctica, lejos de ser un recurso aislado, se ha convertido en una herramienta omnipresente en escaparates físicos y virtuales, aprovechando nuestra tendencia natural a aferrarnos a la primera información que recibimos. El anclaje de precios funciona mostrando un precio original notablemente elevado junto al precio rebajado, creando así un contraste que magnifica la percepción del descuento. Aunque el precio final pueda ser razonable, o incluso no tan bajo como en otras tiendas, la comparación con ese «precio de referencia» inflado nos hace creer que estamos ante una oportunidad única e irrepetible. Es un juego mental sutil pero poderoso, una trampa invisible que apela directamente a nuestro instinto cazador de gangas, y sobre la cual la OCU insiste en mantenernos alerta para evitar decisiones de compra impulsivas y poco meditadas.

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LUZ ROJA DE LA OCU: SEÑALES PARA DETECTAR EL ENGAÑO

Fuente Freepik

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) lleva tiempo monitorizando estas prácticas y alertando sobre su uso, especialmente en campañas comerciales intensivas como el Black Friday o las rebajas de temporada. Una de las principales señales de alarma que destaca la OCU es la aparición de precios originales sospechosamente altos justo antes de que comience el periodo de descuentos, precios que quizás nunca se aplicaron realmente o solo durante un tiempo mínimo y de forma artificial. Verificar la veracidad de ese precio de referencia es fundamental, aunque a menudo resulte complicado para el consumidor medio, que carece de herramientas para rastrear el historial de precios de forma exhaustiva. Por ello, la labor de organizaciones como la OCU es crucial para destapar estos engaños.

Otra señal que debería encender nuestras alarmas es la presencia de descuentos excesivamente grandes, del 70% u 80%, en productos de alta demanda o novedades. Si bien pueden existir liquidaciones reales, a menudo estos porcentajes tan llamativos se calculan sobre precios de referencia inflados precisamente mediante la técnica del anclaje. La OCU recomienda desconfiar de estas ofertas «demasiado buenas para ser verdad» y, antes de dejarse llevar por la cifra del descuento, comparar el precio final con el de otros comercios o buscar el historial de precios del producto si es posible. La transparencia en la fijación de precios es una batalla constante en la defensa de los derechos del consumidor, y el anclaje de precios es uno de los frentes donde más atentos debemos estar.


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