Los calambres musculares después de una sesión intensa de ejercicio son una molestia demasiado familiar para muchos deportistas, ya sean profesionales o aficionados que simplemente buscan mantenerse en forma. Ese dolor agudo y repentino, esa contracción involuntaria que te deja K.O., puede arruinar la satisfacción de un buen entrenamiento y, lo que es peor, desanimar a seguir adelante. Afortunadamente, la naturaleza nos ofrece soluciones, y una de las más efectivas reside en un nutriente esencial que a menudo pasamos por alto en nuestra dieta post-entrenamiento.
Entender cómo funciona nuestro cuerpo y qué necesita para recuperarse es fundamental para optimizar el rendimiento y prevenir lesiones o malestares como los temidos calambres. No se trata solo de estirar bien o de hidratarse adecuadamente, aunque ambos son cruciales, sino también de reponer los electrolitos perdidos durante el esfuerzo físico. Entre ellos, uno juega un papel protagonista en la función neuromuscular, y su déficit es una de las causas más comunes detrás de esas dolorosas contracciones que nos asaltan cuando menos lo esperamos, a menudo horas después de haber colgado las zapatillas.
3EL AGUACATE: POTENCIA CREMOSA CONTRA LOS CALAMBRES

El aguacate se ha ganado a pulso su fama de superalimento, y uno de los motivos es su notable contenido en potasio, que a menudo supera al del plátano en igualdad de peso. Esta fruta cremosa y versátil no solo nos ayuda a reponer el mineral perdido durante el sudor, sino que también aporta grasas monoinsaturadas saludables, beneficiosas para la salud cardiovascular y con propiedades antiinflamatorias, que pueden contribuir a una mejor recuperación muscular general. Su perfil nutricional lo convierte en un candidato ideal para incluir en la dieta del deportista.
Incorporar el aguacate después de entrenar es sencillo y delicioso, adaptándose a multitud de preparaciones que facilitan su consumo cuando el cuerpo más lo necesita. Puede añadirse a batidos recuperadores junto con otras frutas o proteínas, untarse en una tostada de pan integral, o formar parte de una ensalada completa que ayude a reponer energías y nutrientes, incluyendo este fundamental mineral. Su textura suave y sabor agradable lo hacen palatable incluso cuando el apetito no es muy grande tras un esfuerzo intenso.