¿Sabías que el hígado graso está afectando a mucha gente, pero que, si se detecta a tiempo, es totalmente prevenible? Y no, no se trata de hacer dietas raras ni de complicarse la vida. Sólo hace falta un poco de sentido común y unos pocos cambios en tu día a día. Así que si estás leyendo esto y te preocupa tu salud hepática, quédate, porque te voy a contar cómo evitar este problemón.
Prevenir el hígado graso no es tan difícil. Lo más importante es hacer unos ajustes en tu dieta y moverte un poco más. Con estos cambios puedes mantener tu hígado funcionando bien. Y lo mejor es que, en su mayoría, son pasos fáciles que cualquiera puede aplicar en su vida diaria.
3La importancia de hacer ejercicio, ¡aunque sea poco!

No te preocupes, no te voy a decir que te metas al gimnasio a levantar pesas como un loco. Pero, si eres de los que se pasa el día sentado, ¡necesitas moverte un poco! Con hacer una hora de ejercicio al día 3-5 días a la semana, basta. No hace falta que sea algo extremo. Lo que cuenta es que seas constante y le pongas ganas. En tres meses, podrías reducir hasta un 10% la grasa de tu hígado graso.
Esto no es ciencia ficción, es algo totalmente comprobado. Así que si pensabas que el ejercicio no iba a tener impacto, piénsalo de nuevo. El sedentarismo es uno de los grandes responsables del hígado graso, y ni te imaginas cuánto te puede beneficiar algo tan simple como caminar o nadar un rato.