La tensión en «Sueños de Libertad» alcanza su clímax en el capítulo 284. María se encuentra celebrando la victoria legal obtenida por la custodia de la niña Julia cuando Begoña, desbordada por la angustia de sentir que la niña se le escapa de las manos, se verá empujada a una lucha cruel en la que amor, poder y terrores del pasado chocan en absoluta hostilidad.
El capítulo de este miércoles incrementará la tensión de la disputa entre las dos mujeres, mientras que también revelará movimientos ocultos, alianzas arriesgadas y secretos médicos que podrían cambiar de manera radical el avance de la historia narrada. Nadie está a salvo en este juego de estrategias y cada protagonista tendrá que decidir hasta dónde está dispuesto a llegar.
3ALIANZAS PELIGROSAS EN SUEÑOS DE LIBERTAD
María no se siente satisfecha con Julia; quiere, ahora, el imperio de Jesús. Al intentar el patriarca de los De la Reina comprar sus acciones para que no terminen en manos enemigas, ella le devuelve la oferta con una sonrisa fría: «Si se aliara con Don Pedro y los Merino, la familia lo perdería todo», le susurra Damián.
A su vez, Don Pedro y Digna en las sombras elaboran su futuro; Fina y Raúl dan un vuelco en su relación. «Mi reacción no fue por Claudia, fue por Isidro», confiesa Fina, revelando un dolor que Raúl no podía prever; su honestidad hace que coincidan tal como nadie lo previó, demostrando que incluso los rencores más añejos pueden tener grietas.
Pero la escena más explosiva llega del lado de María cuando va a buscar a Begoña no para discutir, sino para humillarla; el encuentro, de altísimo voltaje, deja claro que esa guerra no acabará en breve: «Julia no te necesita», emite María, sin entender que Begoña no pelea por el dominio, sino por el amor. Con el embaucamiento que llevan a cabo los De la Reina, Don Pedro realiza una cena clandestina.
«El negocio así controlado con las acciones de Jesús en nuestras manos», comenta un socio anónimo, cuyo rostro no se descubre. Digna, cuya presencia es evidente, parece a gusto aunque con cierto aire de incomodidad; ¿Es que comienza a tener segundos pensamientos con respecto a su lealtad?
Raúl un poco después de la confesión recibida de Fina realiza un paso en falso. «Tal vez Isidro nos una en vez de separarnos», le propone a la vez que sugiere una manera de llegar a la raíz de la historia del pasado que nos atormenta. Claudia, ante la noticia se ofrece puesto que su conocimiento de los archivos familiares puede ser importante.
La última escena del último capítulo concluye en un momento devastador. Al revisar las grabaciones del dispensario, Begoña descubre algo que la deja en shock: el doctor Herrera tiene no una sola adicción, sino que alguien —una figura familiar— le suministra la sustancia. El plano se cierra en su rostro, marcado por el horror de reconocer a esa persona como cómplice. ¿Quién está traicionando a quién en el seno familiar?
