domingo, 13 abril 2025

Contrato indefinido de 30 horas: Los primeros riders de Madrid reciben la oferta de contrato de Glovo

Poco a poco, y con algunos tropezones, los repartidores de Glovo se acercan a su nueva realidad como trabajadores contratados. Ya en Madrid son varios los repartidores que confirman que la empresa les ha enviado el primer modelo de contrato para su firma digital, que por lo que dejan ver se trata de un contrato indefinido, con 30 horas de trabajo y turnos los fines de semana. 

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Aunque en Merca2 solo hemos tenido acceso a un modelo de contrato, los repartidores informan que también hay contratos con menos horas, y algunos enfocados en los fines de semana. En cualquier caso, todos señalan que el sueldo base es cercano al sueldo mínimo, por lo que sus ingresos seguirán dependiendo de bonos de facturación, asumiendo que estos sigan existiendo en el nuevo modelo de la empresa, como lo hacen en las plataformas de la nueva movilidad. 

A esto se suma que los contratos incluyen, textualmente, la petición de no compartir ni alquilar la cuenta, algo que se permitía con otros autónomos de Glovo en el modelo anterior, pero que en la práctica se tradujo siempre en una gran cantidad de cuentas ilegales. Es un problema más que la plataforma resuelve con este nuevo modelo de negocio, y que debería servir también para reducir sus problemas legales y reputacionales. Es un paso importante, sobre todo de cara a pasar finalmente la página de las controversias de la ley rider y enfrentar una nueva etapa, que empieza casualmente de la mano de una crisis global. 

De momento el proceso sigue avanzando poco a poco, y aunque hay un porcentaje de los repartidores que sigue siendo autónomo, y que han denunciado que mientras se han ido adelantando los procesos de contratación, tanto por la propia Glovo como a través de flotas intermediarias de empresas como Easy Rider o Job and Talent, sus propios pedidos se han reducido. Es uno de los retos que enfrenta la plataforma de cara a completar este proceso, que esperan haya terminado tras el verano. 

EL CONTRATO DE GLOVO CAMBIA LA FORMA DE OPERAR DE LOS REPARTIDORES

Además de eliminar de la plataforma a la mayoría de los repartidores ilegales, una de las grandes ventajas para Glovo de la decisión, la empresa también tiene que organizar la nueva forma de operar de estos trabajadores. En la práctica ya no pueden contar con que siempre haya autónomos disponibles en días de lluvia o en horas de la madrugada, algo clave para su negocio que sigue prometiendo inmediatez ante cualquier pedido. 

En cualquier caso, el movimiento de la empresa no es especialmente barato. Como lo ha informado una y otra vez el fundador y consejero delegado de la empresa, Oscar Pierre, el costo de esta operación es de 100 millones de euros. Es un dato preocupante, y que puede marcar la evolución de un proyecto que cambiará tanto la realidad del unicornio español como las de sus grandes competidores. Después de todo este paso marca también la forma de operar de Uber Eats, que de momento se ha vuelto la única empresa de delivery en España que sigue operando con autónomos. 

Oscar Pierre en la MWC de 2022. Fuente: Agencias
Oscar Pierre en la MWC de 2022. Fuente: Agencias

También es cierto que un alto porcentaje de los repartidores ha decidido que el nuevo modelo no es la mejor opción para trabajar. No son pocos los que informan de su salto a otro tipo de trabajo en el sector de la hostelería, o a trabajos temporales en negro en caso de que sea necesario. No es un dato menor, después de todo, aunque la empresa sigue contando con que trabajará con menos repartidores, es importante señalar que en caso de emergencia una parte de sus trabajadores decide buscar soluciones en otro tipo de empresas. 

¿QUÉ ESPERAR DE LA NUEVA REALIDAD DE LOS REPARTIDORES?

En cualquier caso, entre este nuevo contrato de Glovo y los anuncios de empleo de empresas como Job and Talent o Easy Rider dejan claro que el futuro de estos repartidores todavía no se acerca a una profesionalización del sector. La realidad es que esta lucha es una que mantienen otros espacios creados por las tecnológicas, como los conductores de las VTC como Uber, Cabify y Bolt o incluso los trabajadores de los centros logísticos de empresas como Amazon y otros marketplaces. 

Sueldos cercanos al mínimo y un ingreso que sigue dependiendo de bonos de facturación. Al final, incluso si pueden contar con un ingreso fijo, este cambio sigue obligado a los repartidores a aceptar casi cualquier pedido y, probablemente, a trabajar horas de más si el contrato se los permite. A esto se suma que el nuevo modelo dejará a la deriva a miles de trabajadores, ya sea por qué la empresa prescindirá de ellos en el proceso de contratación, o bien por qué su situación legal no les permite firmar un contrato mientras resuelven sus problemas de documentos.  


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