En un contexto internacional marcado por la creciente tensión geopolítica, el auge del proteccionismo, la fragmentación de las cadenas de suministro y los recientes anuncios arancelarios de la administración Trump, el Instituto Español de Analistas ha celebrado esta mañana la segunda mesa del ciclo de debates titulada ‘La nueva era del comercio internacional’ en el Auditorio Renta 4 Banco (Madrid).
La sesión forma parte de una serie de encuentros promovidos por la entidad para analizar los desafíos regulatorios y comerciales que afrontan las empresas europeas, en un momento en el que la redefinición de las reglas del comercio global condiciona tanto la estrategia empresarial como el diseño de las políticas públicas en la UE.
En su discurso de bienvenida, Lola Solana, presidenta del Instituto Español de Analistas, ha subrayado la relevancia de este ciclo de encuentros en un momento en el que los aranceles anunciados por Trump generan preocupación dentro y fuera de EE. UU., alimentando la incertidumbre y la volatilidad. “Los analistas financieros no podemos vivir de espaldas a la realidad económica global. El comercio internacional es un eje estratégico y su evolución impacta directamente en la competitividad de nuestras empresas”, ha afirmado Solana. Asimismo, ha destacado que “esta nueva era requiere análisis riguroso, visión de largo plazo y una actitud constructiva por parte de todos los actores económicos”.
A continuación, ha tenido lugar una mesa de debate moderada por Diego Herrero de Egaña, director de Desarrollo de Aspen Institute España, en la que han participado Antonio Bonet, presidente del Club de Exportadores e Inversores; Bernardo Velázquez, CEO de Acerinox; José Luis Kaiser, subdirector general de Estrategia Comercial y Seguridad Económica del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa; y Antonio Oporto, secretario general del Círculo de Empresarios. Los ponentes han coincidido en la necesidad de repensar la estrategia comercial europea y dotarla de una mayor coherencia con la política industrial y exterior.

De la resiliencia empresarial a la acción institucional: así debe responder Europa a los aranceles
Antonio Bonet ha señalado que “el libre comercio ha sido una fuente de crecimiento para España y la Unión Europea. Debemos defenderlo, pero también adaptarnos a los nuevos tiempos con inteligencia y resiliencia”. Asimismo, ha insistido en que “las empresas exportadoras deben anticiparse a los cambios y no esperar a que la política comercial se estabilice. Es momento de invertir en inteligencia de mercados y diversificación geográfica”.
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Por su parte, Bernardo Velázquez ha resaltado las dificultades que plantea un mercado global sin reglas claras ni reciprocidad, destacando que “si no hay reciprocidad, el libre comercio se convierte en una trampa. No podemos competir en desigualdad de condiciones con países que no son economía de mercado y que no siguen las mismas reglas del juego”. Desde su experiencia al frente de una multinacional con operaciones en Europa y EE. UU., ha afirmado que “mientras EE. UU. aplica políticas industriales activas, en Europa se tiende más al control que al estímulo. Esa brecha debe corregirse si queremos ser competitivos”.
Para José Luis Kaiser, “la UE debe ser firme en la defensa del multilateralismo, pero también realista: necesitamos una estrategia que combine política comercial, exterior e industrial”. En su intervención ha defendido una mayor agilidad en la toma de decisiones europeas, para que las empresas puedan competir en igualdad de condiciones frente a grandes bloques como Estados Unidos o China.

Por su parte, Antonio Oporto ha destacado la importancia del doble desequilibrio fiscal y comercial de Estados Unidos como determinante de la política económica y comercial de la administración Trump. También señaló que el mensaje desde los principales thinktanks y asociaciones empresariales, como el Business Round Table, se ha centrado en advertir de las graves consecuencias de los nuevos aranceles y las potenciales represalias. En este sentido, consideró que «las empresas deben trasladar su realidad a las autoridades nacionales y comunitarias para garantizar que la respuesta política aporte soluciones eficaces».
El debate ha concluido con un consenso general sobre la necesidad de reformular las reglas del comercio internacional para garantizar su equidad y sostenibilidad. Como ha resumido Bonet, “no estamos ante el fin del libre comercio, pero vamos a experimentar un importante aumento de la competencia internacional por el cierre parcial del mercado estadounidense. Es necesario que España y la UE hagan reformas estructurales para no ver reducida su competitividad internacional”.