domingo, 20 abril 2025

El efecto submarino: el peligro invisible del cinturón mal colocado que la DGT quiere que sepas

La carretera es un escenario cotidiano donde la confianza puede convertirse en nuestra peor enemiga, haciéndonos olvidar que la seguridad depende de detalles que a menudo pasamos por alto. En esa constante búsqueda de concienciación, hay fenómenos menos conocidos pero igualmente letales que merecen nuestra atención, y uno de ellos es el llamado ‘efecto submarino’, un riesgo asociado al cinturón de seguridad que puede tener consecuencias devastadoras. Este peligro invisible, sobre el que la DGT insiste en alertar, se produce cuando, en caso de colisión, el cuerpo se desliza por debajo de la banda abdominal del cinturón, un movimiento que anula la protección para la que fue diseñado este elemento vital.

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Entender este riesgo es fundamental porque transforma una herramienta de salvamento en un potencial causante de lesiones graves, precisamente por un mal uso que puede parecer trivial. El efecto submarino no es una leyenda urbana ni un tecnicismo para expertos en seguridad vial; es una realidad física tangible que ocurre con más frecuencia de la que imaginamos, vinculada directamente a cómo nos colocamos el cinturón de seguridad cada vez que nos subimos a un vehículo. Las campañas informativas de la DGT ponen el foco en estos detalles que marcan la diferencia entre salir ileso de un percance o sufrir daños internos severos.

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LA DGT EN ALERTA MÁXIMA: CONCIENCIACIÓN Y VIGILANCIA CONSTANTE

Fuente Freepik

La Dirección General de Tráfico juega un papel crucial en la lucha contra riesgos como el efecto submarino, no solo mediante la normativa y la vigilancia, sino a través de una labor continua de concienciación ciudadana. Las campañas informativas en televisión, radio, prensa y redes sociales buscan impactar en la percepción del riesgo, recordando que el cinturón de seguridad solo es efectivo si se utiliza correctamente en cada desplazamiento, por corto que sea. La DGT insiste en la importancia de gestos sencillos pero vitales, como el ajuste adecuado, para evitar lesiones graves o mortales en caso de siniestro vial.

El mensaje es claro y persistente: la seguridad vial es una responsabilidad compartida que empieza por uno mismo, y prestar atención a detalles como la correcta colocación del cinturón es una de las formas más efectivas de proteger nuestra vida y la de los demás. Ignorar las advertencias sobre el efecto submarino o relativizar la importancia de un ajuste perfecto es jugar a una ruleta rusa innecesaria en cada viaje; una lección que la DGT se esfuerza por grabar en la conciencia colectiva para reducir la siniestralidad en nuestras carreteras. Recordar y aplicar estas pautas puede marcar la diferencia fundamental cuando más importa.

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