lunes, 7 abril 2025

Uber da en Miami el primer paso para despedirse de sus riders

Desde la llegada de las plataformas de delivery como Doordash, Glovo y Uber Eats al mercado internacional, la relación de laboralidad de las empresas con sus repartidores, los famosos riders, ha sido un punto de discusión. Por eso no parece casual que estas plataformas sean de las primeras en trabajar para automatizar sus servicios. En este caso ha sido Uber Eats la que ha dado el paso de la mano de la empresa Coco Robotics para dejar de depender de repartidores, contratados o autónomos, y encargar a los vehículos robóticos la entrega de los alimentos a sus clientes.  

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Es un paso importante en el desarrollo de este sector, que cambia su negocio de forma todavía más profunda que la decisión de Glovo en España de contratar a sus repartidores y dejar de trabajar con autónomos. Es un paso que eliminaría una preocupación legal que ha afectado a este tipo de empresas en la mayoría del mundo, e incluso cuando ganan un alto porcentaje de los casos que llegan a los juzgados del mundo, la realidad es que los mismos siguen teniendo un alto costo económico y reputacional. 

De momento se trata de un proyecto en fase de prueba, que funcionará en los barrios de Wynwood y el centro de Miami, con la idea de llegar a Brickell y Miami Beach en los próximos meses, en complemento a los repartidores humanos que se mantienen en la ciudad. Lo cierto es que no es la primera prueba alrededor de este servicio en Estados Unidos, después de todo ya han sido desplegados los robots de la empresa en varias zonas de Los Ángeles. 

Uber Eats. Fuente: Agencias
Uber Eats. Fuente: Agencias

En cualquier caso, la apuesta por la automatización es también un aviso para quienes trabajan en este sector. Lo cierto es que tanto las empresas de la nueva movilidad, que incluyen a la propia Uber, como las de delivery, han dado pasos para automatizar sus servicios con vehículos sin conductor y drones de entrega. Al mismo tiempo, la realidad es que esta tecnología de momento sigue generando dudas en las autoridades y en los usuarios, incluso ignorando el riesgo que generan para un gran número de trabajadores en todo el mundo. 

UBER HACE PRUEBAS APROVECHANDO SUS BUENOS DATOS

Una de las cosas que ha permitido a Uber este tipo de pruebas, tras años en números rojos, la empresa pudo presentar resultados positivos en 2024, y espera mantener esta senda en 2025. Al mismo tiempo, su colaboración con la empresa de entregas ayudó a Coco Robotics a levantar una capitalización de más de 150 millones de dólares, es también un dato importante para otras empresas y startups que planteen este tipo de negocios, sobre lo valioso que puede ser conseguir un apoyo de una empresa tan visible como lo es Uber. 

En cualquier caso, esta prueba parece ser más fácil de aceptar por parte de los usuarios que el transporte de las VTC. Aunque en ciudades como San Francisco las pruebas de los vehículos sin conductor ha sido positiva, la posibilidad de un accidente sigue espantando a una parte de los usuarios. Aun así, la posibilidad de dejar de lado los retos que genera lidiar con los conductores ha sido suficiente para mantener esta inversión en el largo plazo. 

No es un detalle menor. Lo cierto es que la empresa está en el centro de un proceso preocupante para varios sectores, aunque no hay duda de que hay algunas ventajas en los procesos de automatización, también ponen en riesgo el sustento de millones de personas en todo el mundo, es una realidad evidente con tecnologías como Chat GPT, y lo es también con este tipo de opciones. En cualquier caso, la apuesta de Uber es comprensible al tomar en cuenta lo complicado que ha sido para la empresa estabilizar su relación tanto con los repartidores como con sus conductores. 

EL FUTURO TAMBIÉN SE HA PROBADO EN ESPAÑA

Lo cierto es que estas tecnologías no solo se han probado en Los Angeles y Miami. En España los supermercados Día hicieron una primera prueba piloto y la empresa Goggo Network hizo varias pruebas con sus vehículos en Zaragoza y Alcobendas en Madrid, pero de momento estas pruebas no han calado en el público general, lo cierto es que este tipo de tecnologías tienen un complicado camino por delante tanto para funcionar como para ser aceptados por los trabajadores.

En cualquier caso, por momentos también se hace evidente que es cuestión de tiempo. La realidad es que estas empresas tienen más incentivos para acelerar estos procesos que para frenarlos, y sería un paso que, en un país con la situación legal que asumen en España, quitaría a Uber y a sus competidores del punto de mira dónde se encuentran desde la aprobación de la ley rider. 


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