martes, 8 abril 2025

Este tóxico de las sartenes se cuela en tu comida y tu cuerpo sin que lo notes

La amenaza invisible que acecha en nuestras cocinas es más real de lo que imaginamos. Las sartenes que utilizamos a diario para preparar desde un simple huevo frito hasta elaboradas recetas podrían estar liberando sustancias nocivas directamente en nuestros alimentos. Este componente, conocido como ácido perfluorooctanoico (PFOA), forma parte de un grupo de compuestos químicos persistentes que han estado presentes en utensilios de cocina durante décadas, especialmente en aquellos con recubrimientos antiadherentes.

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Los fabricantes de utensilios de cocina han comercializado durante años sartenes con recubrimientos «milagrosos» que prometen que nada se pegará y facilitarán la limpieza. Sin embargo, lo que no cuentan con tanta facilidad es que muchos de estos productos contienen PFAS (sustancias perfluoroalquiladas), una familia de más de 4.700 compuestos químicos sintéticos entre los que se encuentra el PFOA, sustancias que han demostrado ser extremadamente persistentes en el medio ambiente y en el organismo humano, ganándose el sobrenombre de «químicos eternos» por su capacidad para permanecer intactos durante generaciones.

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LA REGULACIÓN ACTUAL: ¿SUFICIENTE PARA PROTEGER AL CONSUMIDOR?

Fuente: Freepik

En los últimos años, tanto la Unión Europea como Estados Unidos han tomado medidas para restringir el uso de PFOA en la fabricación de sartenes y otros productos de consumo. En 2020, la UE implementó restricciones más estrictas sobre estos compuestos, prohibiendo la fabricación, comercialización y uso de PFOA, sus sales y sustancias relacionadas. Sin embargo, los productos fabricados antes de esta regulación pueden seguir en muchos hogares, y las alternativas introducidas por los fabricantes no siempre han demostrado ser completamente seguras a largo plazo, generando lo que algunos expertos denominan como «sustitución lamentable».

El principal desafío regulatorio reside en que los fabricantes han reemplazado los PFOA por otros compuestos de la misma familia química que podrían presentar riesgos similares. La escasa investigación independiente sobre la seguridad de estos sustitutos antes de su introducción en el mercado ha generado un vacío de conocimiento preocupante. Además, la falta de obligatoriedad para los fabricantes de sartenes de informar detalladamente sobre los compuestos utilizados en sus recubrimientos dificulta enormemente que los consumidores puedan tomar decisiones informadas sobre los productos que adquieren, perpetuando un ciclo de exposición a sustancias potencialmente dañinas.


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