¿Recuerdas esos semáforos que te daban tranquilidad, cuando los veías en verde y podías continuar tu camino sin problemas? Pues parece que las cosas están cambiando, y la DGT tiene algo que ver. En los últimos años, los semáforos con cámara han pasado de ser tus aliados a convertirse en tu peor enemigo… ¡y nadie te lo ha contado!
La DGT está poniendo en marcha una serie de medidas para controlar el tráfico y mejorar la seguridad, pero no todo es tan bonito como parece. Estos semáforos con cámara no solo están ahí para captarte en el momento en que te saltas un semáforo en rojo, sino que también traen consigo algunos riesgos muy serios… sobre todo relacionados con la ciberseguridad.
3Las vulnerabilidades en los semáforos: ¿estás realmente seguro?

La ciberseguridad es un tema serio… y los semáforos con cámara no se libran de ello. Los sistemas que graban tus infracciones están conectados a bases de datos y redes, lo que los convierte en blancos fáciles para los ciberdelincuentes. Y eso no es todo, también podrían usar esa información para cometer fraudes o incluso robos de identidad.
Este vacío de seguridad es lo que hace que el sistema sea tan peligroso. Los semáforos deberían ser una herramienta para aumentar la seguridad en las calles, pero si no se actualizan y protegen adecuadamente, se convierten en una amenaza tanto para tu privacidad como para tu seguridad.