El norte de España guarda tesoros naturales que desafían nuestra comprensión habitual del paisaje costero. Asturias alberga uno de los fenómenos más sorprendentes del litoral cantábrico: una diminuta playa interior donde el mar aparece y desaparece como por arte de magia, creando un espectáculo único que ha fascinado a visitantes durante generaciones. Este curioso capricho geológico representa uno de los secretos mejor guardados del Principado.
El viajero que recorre la costa oriental asturiana puede encontrarse, casi por casualidad, con esta maravilla natural que desafía toda lógica: una playa sin mar a la vista. A apenas 100 metros del verdadero mar Cantábrico, este pequeño arenal de apenas 40 metros de diámetro se llena y vacía al ritmo de las mareas, gracias a un complejo sistema de grutas y conductos subterráneos que conectan con el océano. La naturaleza, en su infinita sabiduría, ha creado en Asturias un fenómeno digno de admiración que pocos lugares en el mundo pueden igualar.
3EL CICLO MÁGICO DE LAS MAREAS EN UN ESCENARIO DE BOLSILLO
Observar el ciclo de mareas en Gulpiyuri constituye una experiencia casi mística. Durante la pleamar, el agua cristalina inunda el pequeño arenal creando una piscina natural de escasa profundidad ideal para un baño tranquilo, protegido del fuerte oleaje que caracteriza al mar Cantábrico. Las familias que visitan Asturias encuentran en esta singularidad un lugar perfecto para que los más pequeños disfruten del agua en un entorno seguro y controlado.
Conforme la marea desciende, el espectáculo se transforma. El agua comienza a retirarse y, como si de un gigantesco desagüe se tratara, la playa va quedando paulatinamente seca mientras el agua es absorbida por los mismos conductos por donde entró, creando pequeños remolinos hipnóticos. Durante la bajamar, apenas queda un charco central que evoca la memoria del mar ausente, permitiendo a los visitantes explorar este singular ecosistema y descubrir la diversidad de vida marina que ha logrado adaptarse a estas condiciones tan particulares en este rincón único de Asturias.