La telenovela turca que ha triunfado en todo el mundo vuelve a demostrar por qué es un fenómeno a nivel mundial. Con más de 120 países enganchados a su historia, «Una nueva vida» (Yeni Hayat) sigue desatando pasiones con un capítulo que es una mezcla de traiciones, violencia y decisiones que no tienen vuelta atrás.
El juicio del divorcio de Ferit y Seyran es el inicio de una guerra entre dos familias influyentes. La historia de la serie, tan cautivadora como un episodio de Grey’s Anatomy, protagonizada por Afra Saraçoğlu (Seyran) y Mert Ramazan Demir (Ferit), recoge las tensiones en el choque entre la tradición y la rebeldía, la pasión y el odio, en un relato donde los secretos familiares son las armas más letales.
3MANIPULACIONES EN UNA NUEVA VIDA

Detrás de cada movimiento que vemos en «Una nueva vida», un patriarca mueve los hilos. Halis Korhan, con su mirada de calculador, utiliza el divorcio como algo más que un negocio. Kazim, en cambio, es un volcán a punto de despertar, manipulado por Zerrin, que lo ha hecho convertirse en lo que es, y ahora también por Tarik. Su hija Suna paga el precio de esta manipulación: con un suceso con Abidin en el que se vuelve el blanco de una acusación, Kazim actúa violentamente, demostrando que el honor familiar se antepone a la sangre.
Ifakat y Gülgün libran su propia guerra en la oscuridad. La primera ha urdido una trama para controlar a Ferit; la segunda, para protegerlo. Zerrin, la gran maestra de manipulación, juega a dos bandas: además de ir envenenando la mente de Kazim, establece una conexión con Saffet, logrando que este desee imbuir sus pensamientos. ¿Es poder, o es sobrevivir? En un mundo donde las mujeres son meras piezas de ajedrez, ¿hay alguna otra opción?
El capítulo cierra con una interrogante no resuelta: ¿Es posible salir de su destino en un juego de tronos moderno? Seyran tiene la creencia de que eligiendo a Tarik tendrá más libertad, pero este ya ha demostrado ser igual de peligroso como lo son los Korhan. Ferit parece dispuesto a quemarlo todo, incluido él mismo.
Halis Korhan es un estratega que resulta ser capaz de mover a su familia como unas fichas de un juego de mesa; para nada se le escapa el movimiento que pueda ocurrir, razón por la que acaba siendo el rival más aterrador. Halis subestima el poder de las otras mujeres a su alrededor porque Ifakat, Zerrin y Gülgün están trabajando.
Halis cree controlar toda la situación, mientras las mujeres van arrastrando su red. Kazim, para su parte, está roto por sus contradicciones: amando a las hijas, pero a su vez lastimándolas en nombre del honor; Suna, valiente pero a la vez frágil empieza a preguntarse si su padre es digno de su lealtad; cuando Tarik empieza a hacerle preguntas sobre su relación con Abidin, Kazim cae desarmado en la trampa de una manera aterradora.