as galletas son uno de los productos más consumidos en los hogares españoles. Su versatilidad, sabor y comodidad las han convertido en un favorito para desayunos, meriendas e incluso para acompañar el café. Pero lo que muchos no saben es que algunas de las marcas más populares en los supermercados esconden ingredientes perjudiciales para nuestra salud.
Según un informe realizado por la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), no todas las galletas que encontramos en los estantes son tan inofensivas como parecen. De hecho, algunas de ellas, que se comercializan como productos deliciosos, en realidad contienen niveles alarmantes de azúcares, grasas saturadas y otros componentes que pueden tener efectos negativos en nuestra salud si se consumen en exceso.
3Cookies Grandino (Lidl)

Otra galleta de Lidl que no pasa la prueba de la OCU es la cookie de la marca Grandino. Con un contenido de 13,7 g de grasas saturadas y 36,9 g de azúcar por cada 100 g, estas cookies parecen una opción irresistible, pero su perfil nutricional deja mucho que desear. Aunque la cantidad de sal es relativamente baja (1,04 g por cada 100 g), el elevado contenido en azúcares y grasas saturadas las convierte en una opción nada recomendable para aquellos que buscan mantener una dieta equilibrada y saludable.