martes, 22 abril 2025

Errores comunes al viajar en Semana Santa (y cómo evitarlos)

La Semana Santa en España es una de las épocas más intensas del año para el turismo nacional. Con unos días de vacaciones que todos aprovechamos para desconectar, visitar otras ciudades o disfrutar de la costa, no es de extrañar que las carreteras se colapsen, los alojamientos se llenen y los planes improvisados salgan regular. Aunque cada año repetimos la misma ilusión, también tropezamos con los mismos errores. Para que tu escapada de Semana Santa no acabe en un quebradero de cabeza, te contamos los fallos más comunes al viajar por el país en estas fechas… y cómo evitarlos.

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1. No reservar con antelación (ni el alojamiento, ni nada)

Uno de los clásicos. Semana Santa es temporada alta en casi toda España, especialmente en ciudades con tradición cofrade como Sevilla, Málaga, Valladolid o Zamora, y en destinos de playa del Mediterráneo y el sur. Aun así, muchos dejan la reserva del alojamiento para última hora con la esperanza de encontrar una ganga… y lo único que encuentran es todo completo o precios por las nubes. Así que no dejes que te ocurra a ti también.

¿Cómo puedes evitarlo? Planifica con tiempo. Lo ideal es reservar al menos con unas semanas de antelación. Si vas a destinos muy demandados, incluso antes. Y si eres de los que viajan “a la aventura”, ten al menos algunas alternativas estudiadas por si toca improvisar.

2. Subestimar el tráfico (y no revisar el estado de las carreteras)

En Semana Santa, salir de viaje en coche puede convertirse en una auténtica odisea. El Viernes de Dolores, el Miércoles Santo y el Domingo de Resurrección son días críticos, con millones de desplazamientos por carretera. Muchas personas no tienen en cuenta esto y acaban atrapadas en atascos que les roban horas de vacaciones. A esto hay que sumarle que en algunas zonas todavía puede haber alertas por lluvia o nieve, especialmente en el norte y zonas de montaña.

¿Cómo puedes evitarlo? Consulta siempre las previsiones de tráfico de la DGT y el estado meteorológico. Intenta salir en horas menos conflictivas (por la mañana temprano o entrada la noche) y lleva rutas alternativas preparadas.

3. Olvidarte de las reservas de actividades en destinos costeros

Otro error muy común entre los que viajan a la costa es pensar que alquilar un barco es algo que se puede hacer en el momento. En destinos como Denia, Jávea, la Costa Brava o la Bahía de Cádiz, recorrer la costa en barco es uno de los mayores atractivos turísticos… pero también una de las actividades más solicitadas en Semana Santa.

Muchos visitantes llegan con la idea de alquilar una lancha, un catamarán o incluso una pequeña embarcación sin licencia, y se encuentran con todo completo o con precios desorbitados.

¿Cómo puedes evitarlo? Si tu destino tiene mar, incluye el alquiler de barco en tus reservas anticipadas a través de plataformas como la de Nautal. Además de asegurarte disponibilidad, podrás comparar precios y evitar sorpresas. Y si no vas a navegar, no está de más informarte de otras actividades acuáticas o excursiones por la costa que también pueden requerir reserva previa.

4. No comprobar el calendario de procesiones

En ciudades con fuerte tradición de Semana Santa, las procesiones también provocan cortes de tráfico, desvíos, limitaciones de aparcamiento y aglomeraciones. Muchos turistas llegan sin tener en cuenta esto, y se encuentran con que no pueden acceder al hotel en coche, que ciertos monumentos están cerrados o que no pueden pasear libremente por el casco histórico.

¿Cómo puedes evitarlo? Infórmate del programa de procesiones de la ciudad que vas a visitar. No se trata solo de verlas, sino de saber por dónde pasan y a qué hora, para organizar bien tus desplazamientos. En muchas webs de turismo locales publican mapas y horarios que pueden ser muy útiles.

5. Empacar sin tener en cuenta el clima primaveral

Por último, y aunque el sol suele hacer acto de presencia en muchos puntos de España durante la Semana Santa, la primavera es caprichosa. Es habitual que durante un mismo día haya sol, lluvia y viento, especialmente en zonas del norte, el interior o la montaña. Irte de viaje solo con ropa de verano es un error que puede pasarte factura.

¿Cómo puedes evitarlo? Haz la maleta con cabeza. Lleva ropa ligera, sí, pero no olvides un chubasquero, calzado cerrado y alguna prenda de abrigo. Consulta el pronóstico del tiempo en tu destino unos días antes y ajusta tu equipaje. Y si vas a caminar o hacer turismo activo, no olvides prendas cómodas y resistentes.


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