La lasaña es uno de los platos más emblemáticos de la cocina italiana, con raíces que se remontan a la antigüedad. Aunque su origen exacto es objeto de debate, muchos creen que la lasaña procede de la antigua Grecia, donde se preparaba un plato llamado Laganon, que consistía en láminas de pasta con diversas capas de carne y salsa.
Sin embargo, la versión moderna de la lasaña, que conocemos hoy como lasaña boloñesa, tiene sus orígenes en la región de Emilia-Romaña, en particular en la ciudad de Bolonia. La receta se transformó a lo largo de los siglos, incorporando el uso de ragú, una carne picada cocida con salsa de tomate y otros ingredientes. A medida que la lasaña ganó popularidad, se introdujeron nuevas capas y rellenos, haciendo de este plato un símbolo de la cocina italiana en todo el mundo.
En Italia, la lasaña se considera una comida reconfortante, ideal para ocasiones familiares y celebrar festividades. En la actualidad, la lasaña boloñesa es apreciada en muchos países, a menudo adaptándose a ingredientes locales y preferencias personales, pero la esencia del plato clásico se mantiene intacta.
3Selección de acompañamientos

Para complementar tu deliciosa lasaña boloñesa, considera servirla con los siguientes acompañamientos:
Ensalada mixta
Una ensalada mixta fresca es ideal para equilibrar el plato principal. Puedes preparar una ensalada básica con:
– Lechuga (variedades mixed greens, espinaca o rúcula)
– Tomate (en rodajas o cherry)
– Cebolla roja (en rodajas finas)
– Pepino (en rodajas o en tiras)
Aliña con aceite de oliva, vinagre balsámico o de vino, y sal al gusto. Esta combinación de frescura y textura contrastará maravillosamente con lo cremoso de la lasaña.
Pan de ajo
El pan de ajo es un acompañamiento clásico y siempre es bienvenido con una buena lasaña. Puedes hacerlo de la siguiente manera:
Ingredientes:
– 1 baguette
– 100 g de mantequilla
– 4 dientes de ajo, picados
– Perejil fresco, picado
Instrucciones:
1. Mezcla la mantequilla, el ajo y el perejil hasta que estén bien combinados.
2. Corta la baguette a la mitad, unta la mezcla por ambas partes y hornea durante 10-15 minutos a 180 °C, o hasta que el pan esté dorado y crujiente.
Variaciones de la receta
– Masa fresca: Si te sientes aventurero, puedes hacer tu propia masa de lasaña en lugar de usar láminas prehechas. Esto le proporcionará un sabor y textura excepcionales.
– Versiones vegetarianas: Si deseas hacer una versión vegetariana, puedes rellenar la lasaña con una mezcla de espinacas, requesón, champiñones y alcachofas, junto con la salsa de tomate y bechamel.
– Añadir más verduras: Incorporar verduras como berenjenas, calabacines o cualquier verdura de temporada en el relleno puede aportar más nutrientes y sabor al plato.
Almacenamiento y congelación
– Conservación: La lasaña se puede almacenar en un recipiente hermético en la nevera por unos 3-4 días. Se calienta suavemente antes de servir.
– Congelación: Puedes congelar las porciones de lasaña, asegurándote de que estén bien selladas para evitar quemaduras por frío. Al descongelar, precalienta en el horno para que queden bien calientes y crujientes.
La lasaña boloñesa es un clásico que nunca pasa de moda y es perfecta para cualquier ocasión. Con su rica mezcla de sabores, su textura cremosa y su versatilidad, este plato te permite disfrutar de una comida reconfortante y deliciosa que complace a todos.
Preparar lasaña en casa puede ser un verdadero placer, ya que no solo te da la oportunidad de explorar diferentes sabores y combinaciones, sino que también crea un ambiente especial en torno a la mesa. Invitar a amigos y familiares a disfrutar de tu preparación es una experiencia que se recordará.
Así que, anímate a seguir esta receta y crea tu propia versión del clásico italiano. ¡Buen provecho!