La DGT está a punto de dar un paso decisivo que podría cambiar para siempre la forma en la que se entiende la conducción en España. Tras años de debate y advertencias sobre los peligros del alcohol al volante, el Congreso ha aprobado la toma en consideración de una proposición de ley que reduce el límite legal de alcohol en sangre. La propuesta, impulsada por el PSOE, busca rebajar la tasa máxima de 0,5 a 0,2 gramos por litro en sangre, una medida que ya aplican otros países europeos con éxito.
Este primer paso parlamentario marca un antes y un después en la lucha contra los siniestros de tráfico. El respaldo de la mayoría de los grupos políticos, salvo algunas abstenciones y votos en contra, demuestra que el mensaje cala cada vez con más fuerza. Beber y conducir ya no es una combinación tolerable, y las nuevas sanciones podrían ser más duras que nunca.
7La presión social también jugará su papel

A partir de la entrada en vigor, la percepción social sobre el alcohol al volante cambiará radicalmente. Lo que hoy algunos ven como una permisividad aceptada, pasará a ser un comportamiento rechazado por la mayoría. El estigma se desplazará del que no bebe al que aún se atreve a hacerlo.
La DGT espera que esta transformación social refuerce la normativa. El objetivo no es solo multar, sino generar una cultura de responsabilidad. Porque cuando todos entendemos lo que está en juego, las normas se cumplen casi solas.