lunes, 31 marzo 2025

La Promesa: Un personaje reaparece por sorpresa

Todo lo que el regazo de la tranquilidad ofrece para el palacio de los Luján siempre acaba por ser dejado a un lado. Y es justo lo que pone de manifiesto el capítulo 565 de La Promesa, que se emite este viernes. Un capítulo emocionante que llega a su fin arrojando sorpresas por doquier, al igual que peligrosas alianzas, emoción, y todas esas cosas a las que, semana tras semana, La Promesa ha tenido acostumbrados a sus seguidores.

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Desde el propio inicio del capítulo, la propia tensión va aumentando, una tensión que se intensificará cuando Adriano, una de esas caras del pasado, irrumpa en el presente buscando a Catalina, llegando para actuar como caballo que sobresale de la trinchera en el momento más inesperado; pero no es así como Adriano se lo ha imaginado. Muy lejos de estar ante un encuentro emocionante entre los personajes, su irrupción en escena provocará la tormenta que hace caer una serie de dudas en la mentalidad de Catalina, que ya lleva algunas cuentas propias que la han llevado al borde del colapso.

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EL REENCUENTRO DE ADRIANO Y CATALINA

La Promesa: Un personaje reaparece por sorpresa

La tensión entre Adriano y Catalina no es únicamente producto de todo lo que no han dicho. De hecho, la tensión entre ambos radica en todo lo que, a lo largo del tiempo y mediante esa acumulación, han acumulado por medio del tiempo y que ha llegado a expandirse y llegar a adquirir grandes proporciones.

Él llega con la esperanza de reescribir la historia entre ambos -historia que, para ella, ya tiene un final cierto y obvio-. Pero hoy Catalina no es la mujer que recordaba. La lucha por salir adelante en un mundo de intereses la ha endurecido y ve en Adriano no a un salvador, sino a una expresión de la vulnerabilidad que hoy no se puede permitir. Su preocupación por las palabras son comedidas, sus gestos, contenidos, como si temiera que su espontaneidad la delate.

Como ahora parece evidente, lo más fascinante reside en la forma en que el regreso de Adriano hará que su relación con sus otros personajes -Marcelo, incluso doña Francisca- se vea afectada. ¿Cambiará Adriano los frágiles equilibrios que Catalina ha conseguido consolidar? O bien, ¿por el contrario, desafiará el regreso de Adriano a Catalina a tomar decisiones drásticas sobre su futuro?

Hay una chispa indiscutible en sus ojos que da la impresión de que esta vez no va a dejar que otros tengan que decidir por ella. Adriano, por su parte, dolido por la frescura de ella, va tomando la medida y empieza a pensar si su regreso fue un error. Sin embargo, en La Promesa las coincidencias no existen, y la llegada de Adriano podría ser el anuncio de una revelación mucho más potente que las poco gratas del punto anterior.

¿Qué secretos puede tener él que podrían cambiar la mirada de Catalina? O bien, ¿hay tal vez alguien que está manipulando esta llegada para desestabilizarla? Con cada mirada por el rabillo del ojo y con cada palabra no dicha, el capítulo construye el suspense necesario para hacer caer las explosivas consecuencias que nos permitirán ver en los siguientes capítulos.

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