Millones de españoles revisan su carnet de conducir para comprobar la fecha de caducidad o verificar algún dato específico, pero pocos prestan atención a los pequeños códigos que aparecen en el reverso. Estas secuencias numéricas aparentemente irrelevantes pueden determinar cómo debemos conducir y qué restricciones tenemos al volante, siendo especialmente significativas para quienes utilizan dispositivos auditivos. Entre estos códigos, el 02.01 destaca por sus implicaciones para un sector importante de la población que, sin saberlo, podría estar incumpliendo normativas fundamentales para la seguridad vial.
La Dirección General de Tráfico (DGT) establece una clasificación específica para los conductores con problemas de audición mediante estos códigos alfanuméricos. Se trata de un sistema que diferencia claramente entre quienes necesitan un solo audífono y quienes requieren dispositivos en ambos oídos, asignando el código 02.01 o 02.02 respectivamente. Esta distinción, aunque sutil, conlleva diferentes responsabilidades y obligaciones que muchos conductores desconocen, pudiendo incurrir en infracciones involuntarias con consecuencias tanto económicas como para la seguridad.
3DIFERENCIAS CLAVE ENTRE EL 02.01 Y 02.02: IMPLICACIONES PRÁCTICAS

La distinción entre portar el código 02.01 o el 02.02 en el permiso de conducir va más allá de una simple referencia al número de audífonos necesarios. Esta clasificación determina cómo los profesionales médicos han evaluado las capacidades auditivas del conductor y qué tipo de compensación resulta imprescindible para garantizar una conducción segura. Los titulares de un carnet con código 02.01 deben entender que su condición implica que su oído funcional debe estar siempre asistido por el dispositivo auditivo cuando conducen, mientras que quienes tienen el código 02.02 necesitan ambos dispositivos funcionando correctamente.
Las implicaciones prácticas de estas diferencias se manifiestan en situaciones cotidianas. Por ejemplo, un conductor con código 02.01 que olvidara su audífono o cuya batería se agotara durante un trayecto estaría técnicamente conduciendo sin cumplir las condiciones de su permiso, lo que podría acarrear sanciones administrativas. Además, en caso de accidente, las compañías aseguradoras podrían cuestionar la cobertura si se demostrara que el conductor no estaba utilizando los dispositivos obligatorios especificados en su permiso, generando complicaciones adicionales en una situación ya de por sí estresante y compleja.