La situación del día de ayer en las principales estaciones de la alta velocidad del país, en particular entre los usuarios del AVE de Renfe, se mantuvo tensa. A pesar de que una parte de los sindicatos retiro su convocatoria de huelga por la situación con el traspaso de competencias del servicio de Rodalies otros la mantuvieron, lo que se tradujo en retrasos de varias horas en algunos de los servicios más importantes de la empresa estatal. En esa realidad han salido premiados, casi por defecto, sus dos nuevos competidores: Ouigo e Iryo.
En la práctica se trata de una situación nueva para la empresa. Desde la liberalización no han sido tantas las protestas de los trabajadores de la estatal, pero a diferencia de hace un par de años, cuando un retraso obligaba al viajero a sentarse a esperar en Atocha o en Sants hasta que llegue su tren, ahora pueden simplemente moverse a una de sus competidoras, y esto se suma a que la estatal sigue ofreciendo una devolución completa a cualquier viajero por un retraso superior a 30 minutos.
Esto puede terminar obligando a Renfe a que una parte de sus trenes acaben rodando con asientos vacíos, y que además estos sean de pasajeros a los que se tuvo que devolver al menos una parte del costo del billete. Es un reto importante para la empresa, y una novedad. También es cierto que, afortunadamente, no todos los días la estatal enfrenta este tipo de situaciones, y que la presencia de Ouigo e Iryo es una solución para los recorridos de larga distancia de la alta velocidad, pero no para quienes dependen de los servicios de Cercanías o de Media Distancia en su día a día.
Estos últimos que, irónicamente, también incluyen a los usuarios de los servicios de Rodalies, son de los más afectados tanto por esta huelga como por los problemas del día a día de la estatal. Se suma que siguen atentos a las decisiones sobre el mantenimiento de los bonos de transporte gratuitos y demás medidas que se han aplicado en el sector para reducir el costo a los usuarios debido a la crisis de dos cabezas que enfrenta el país. Es una suma de dificultades para los usuarios que empeoran por una huelga que nace de las preocupaciones de los trabajadores por una decisión, sobre todo política.
LA COMPETENCIA SE COMPLICA EN LA ALTA VELOCIDAD
Lo cierto es que la alta velocidad en España está en un momento curioso. Apunto de abrirse la competencia para la segunda etapa de la liberalización, con varios competidores atentos a la decisión final de ADIF, y con CAF entrando abiertamente en la competencia en la que originalmente dominaba en su totalidad. Más allá de las novedades en este tipo de situaciones de crisis, el ‘Juego de Trenes’ de la alta velocidad sigue siendo delicado, y aunque Renfe sigue siendo la líder del sector, con diferencia, sus rivales empiezan a crecer en el panorama local.
En cualquier caso, este tipo de crisis puntuales son una de las oportunidades más claras que tienen Ouigo e Iryo para reducir su distancia con la empresa estatal. Además, estas empresas tienen claro que eventos puntuales, como los grandes festivales, las vacaciones de verano o la Semana Santa, son algunos de los ejemplos más evidentes y las plataformas los han señalado precisamente por ser algunos de los momentos donde más claramente se nota el aumento en las ventas del sector.

Lo que sigue estando claro, más allá de las huelgas y los demás problemas de Renfe, es que la empresa estatal y demás empresas de la alta velocidad han conseguido destronar a los aviones en los viajes internos de alta velocidad. No es un dato menor, pues recuerda que a pesar de que hay que compartir los viajeros entre más empresas, también ha aumentado el número de viajeros que usan los trenes.
RENFE Y EL CAOS DEL RODALIES SIGUEN EN LA MENTE DE LOS CIUDADANOS
Toca señalar que el mismo día de la huelga Rodalies volvió a tener varias incidencias, como lo ha reportado desde Cataluña RTVE. Varias de estas no fueron relacionadas con la jornada de protestas, que recordemos, estaba reducida tras un nuevo acuerdo con UGT sobre el proceso de traspaso y las condiciones de los trabajadores. Aun así, la situación del día a día del servicio catalán sigue siendo complicada y para los trabajadores.