El mundo de las bebidas alcohólicas ofrece infinidad de opciones para todos los gustos, pero pocas generan tanta confusión a la hora de elegir como la cerveza en sus múltiples variedades. La experiencia de quedarse en blanco frente a una carta repleta de nombres extraños o sentirse perdido ante la mirada impaciente del camarero resulta más común de lo que parece. No es para menos, considerando que actualmente el mercado español presenta desde las tradicionales rubias hasta las más exóticas artesanales con ingredientes que ni siquiera sabíamos que podían incluirse en una bebida.
Los establecimientos hosteleros han ampliado considerablemente su oferta cervecera durante la última década, respondiendo a un consumidor cada vez más exigente y curioso. Este fenómeno ha propiciado que muchos aficionados se lancen a experimentar, pero también que otros tantos se sientan abrumados por la cantidad de información necesaria para hacer una elección acertada. Las redes sociales contribuyen a esta sensación con infinidad de recomendaciones contradictorias, críticas especializadas y tendencias pasajeras que cambian con la misma velocidad que las modas en cualquier otro ámbito del consumo actual.
1LOS PILARES BÁSICOS: CONOCE LAS FAMILIAS CERVECERAS QUE DEBES DOMINAR

Para comenzar este viaje hacia la sabiduría cervecera, resulta fundamental establecer las diferencias entre los dos grandes linajes que dividen este universo: las cervezas tipo Ale y las Lager. Las primeras fermentan a temperaturas más altas y suelen presentar sabores más complejos y afrutados, características que las convierten en las preferidas por muchos aficionados a las cervezas artesanales que buscan experiencias intensas. Las Lager, por su parte, fermentan a temperaturas más bajas y durante periodos más prolongados, resultando en bebidas más ligeras y refrescantes que dominan el mercado comercial español.
El color de la cerveza ofrece también pistas importantes sobre lo que encontraremos al dar el primer sorbo, aunque no debería ser el único factor determinante. Los tonos dorados suelen indicar cervezas más ligeras y refrescantes, mientras que los ámbar y caoba apuntan a sabores más intensos con notas a caramelo o frutos secos, elementos que proporcionan una experiencia sensorial completamente diferente y que pueden sorprender gratamente a quienes solo conocen las rubias industriales. Las negras, habitualmente relacionadas con la cerveza irlandesa por excelencia, esconden matices a café y chocolate que las convierten en auténticos postres líquidos para paladares aventureros.