Mantener los electrodomésticos en buen estado es uno de esos quehaceres domésticos que solemos postergar hasta que ya no hay remedio. Resulta irónico que nuestro lavavajillas, ese fiel aliado que limpia los platos y cubiertos con precisión, termine acumulando suciedad, cal y malos olores con el paso del tiempo. Durante años, el bicarbonato ha sido promocionado como la solución milagrosa para todo tipo de limpiezas en el hogar, pero nuevos métodos más eficaces y menos abrasivos han demostrado ser superiores para el mantenimiento de este electrodoméstico tan esencial.
La acumulación de residuos en el interior del lavavajillas no solo afecta su rendimiento, sino que también puede acortar significativamente su vida útil. Filtros obstruidos, brazos aspersores con incrustaciones y juntas ennegrecidas son problemas habituales que enfrentamos cuando no realizamos un mantenimiento adecuado. Sin embargo, contrario a lo que muchos creen, no es necesario recurrir a productos químicos agresivos ni a largas horas de limpieza manual para devolverle el brillo original a este electrodoméstico. Un simple vaso de vinagre colocado estratégicamente puede hacer todo el trabajo mientras nos dedicamos a otras tareas más placenteras.
2EL PODER OCULTO DEL VINAGRE: CIENCIA DETRÁS DE LA LIMPIEZA PERFECTA

El vinagre blanco destilado contiene ácido acético, un compuesto que disuelve eficazmente los depósitos calcáreos y elimina bacterias sin dañar los componentes internos del lavavajillas. Su composición líquida garantiza que llegue a todos los rincones del electrodoméstico, actuando incluso en zonas donde otros productos no alcanzan, como los brazos rociadores o las conexiones de desagüe que suelen acumular sarro con el uso continuado.
La acidez del vinagre neutraliza los olores desagradables que pueden desarrollarse en el lavavajillas debido a restos de comida y humedad persistente. Esta propiedad resulta especialmente útil en zonas con agua dura, donde las incrustaciones de cal son un problema recurrente que afecta el rendimiento de nuestros electrodomésticos. A diferencia de los limpiadores comerciales, el vinagre es biodegradable y no deja residuos químicos que puedan transferirse a la vajilla, siendo una alternativa ecológica y económica que tenemos al alcance de la mano en cualquier supermercado.