La lentitud en la conexión a internet se ha convertido en uno de los quebraderos de cabeza más habituales entre los españoles, especialmente desde que el teletrabajo se instaló en nuestras vidas. El router suele ser el principal señalado cuando las cosas no funcionan como deberían, ese aparato parpadeante al que miramos con recelo cada vez que una videoconferencia se congela o cuando una simple página tarda una eternidad en cargar. Sin embargo, la realidad es que este dispositivo no siempre tiene la culpa de nuestros males tecnológicos.
La seguridad de nuestra red doméstica juega un papel fundamental en el rendimiento de nuestra conexión, mucho más de lo que la mayoría de usuarios sospecha. Los expertos en ciberseguridad llevan años advirtiendo sobre la importancia de mantener actualizadas las contraseñas de acceso a nuestras redes, un hábito que muy pocos usuarios incorporan a su rutina digital y que puede ser determinante para evitar intrusiones no deseadas. La ausencia de este sencillo gesto preventivo puede provocar que nuestra wifi sea «vampirizada» por vecinos o desconocidos, ralentizando nuestra navegación sin que seamos conscientes del verdadero origen del problema.
5MÁS ALLÁ DEL CAMBIO DE CONTRASEÑA: OTRAS MEDIDAS PARA BLINDAR TU ROUTER

Aunque modificar periódicamente la clave de acceso es fundamental, existen otras acciones complementarias que contribuirán a mantener nuestro router a salvo de intrusos. Actualizar el firmware del dispositivo es una de las más importantes, ya que los fabricantes lanzan regularmente parches que corrigen vulnerabilidades conocidas. Esta operación suele poder realizarse desde el panel de control del propio router y, aunque pueda parecer compleja para usuarios no avanzados, la mayoría de fabricantes ofrece tutoriales detallados para completarla sin dificultades.
Otra medida efectiva consiste en modificar el nombre de la red (SSID), evitando que contenga información sobre el modelo del router o la empresa proveedora. Los ciberdelincuentes pueden utilizar estos datos para identificar vulnerabilidades específicas asociadas a determinados equipos. También resulta recomendable activar el filtrado MAC, una función que permite al router conectar únicamente dispositivos previamente autorizados, creando una barrera adicional que impedirá el acceso incluso si alguien consiguiera averiguar nuestra contraseña. Estas medidas, combinadas con el cambio semestral de claves, conforman un escudo prácticamente infranqueable para nuestro router y garantizan que la velocidad contratada sea disfrutada exclusivamente por los usuarios legítimos.