miércoles, 26 marzo 2025

Tu conexión va a pedales por esta razón y no es culpa del router

La lentitud en la conexión a internet se ha convertido en uno de los quebraderos de cabeza más habituales entre los españoles, especialmente desde que el teletrabajo se instaló en nuestras vidas. El router suele ser el principal señalado cuando las cosas no funcionan como deberían, ese aparato parpadeante al que miramos con recelo cada vez que una videoconferencia se congela o cuando una simple página tarda una eternidad en cargar. Sin embargo, la realidad es que este dispositivo no siempre tiene la culpa de nuestros males tecnológicos.

La seguridad de nuestra red doméstica juega un papel fundamental en el rendimiento de nuestra conexión, mucho más de lo que la mayoría de usuarios sospecha. Los expertos en ciberseguridad llevan años advirtiendo sobre la importancia de mantener actualizadas las contraseñas de acceso a nuestras redes, un hábito que muy pocos usuarios incorporan a su rutina digital y que puede ser determinante para evitar intrusiones no deseadas. La ausencia de este sencillo gesto preventivo puede provocar que nuestra wifi sea «vampirizada» por vecinos o desconocidos, ralentizando nuestra navegación sin que seamos conscientes del verdadero origen del problema.

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LA VERDAD DETRÁS DE LAS CAÍDAS DE CONEXIÓN: NO SIEMPRE ES CULPA DE TU PROVEEDOR

Fuente: Freepik

Las interrupciones en el servicio de internet suelen provocar llamadas inmediatas al servicio técnico, acusando directamente al proveedor de incumplir con lo contratado. La realidad es que un porcentaje significativo de estos problemas tiene su origen en factores internos relacionados con la gestión de nuestra red doméstica. Un router correctamente configurado y protegido puede funcionar sin problemas durante años, mientras que uno comprometido presentará fallos recurrentes que ningún técnico podrá solucionar remotamente si no abordamos el problema de raíz.

Los estudios realizados por el Instituto Nacional de Ciberseguridad revelan que aproximadamente el 40% de los hogares españoles ha experimentado algún tipo de intrusión en su red wifi, en muchos casos sin llegar a detectarla. Esta situación no solo repercute en la velocidad de navegación, sino que supone una grave amenaza para la privacidad de todos los dispositivos conectados a ese router, desde ordenadores y móviles hasta televisores inteligentes o asistentes domésticos. Cambiar periódicamente la contraseña es el primer paso para recuperar el control de nuestra red y, por ende, de nuestra velocidad de conexión.