El exitoso producto turco llamado Renacer, que ha conquistado la pequeña pantalla en España por Antena 3, llega a su final de primera temporada, con una trama que no ofrece respiro alguno, y con un reparto protagonista que brilla en cada segundo de la ficción que ha llegado a consolidarse como una de las franjas más vistas del prime time.
Un éxito que se debe mayoritariamente gracias a ese delicioso cóctel de familia, intriga y romance. Los capítulos que se emitirán el 24 y el 25 de marzo han dejado a los espectadores con la boca abierta, con giros insospechados y decisiones drásticas que son capaces de dar un giro a la historia para siempre.
3LA VENGANZA DE REGIN
Si hay un personaje que ha dado un giro radical en los últimos episodios, Rengin. Tras haber sentido que no contaba para Timur, Bahar y el resto de la familia, la doctora decide tomar su suerte en sus manos y tomar una venganza de la que podría depender mucho el futuro de la historia. Con el poder que le otorga el dinero, Rengin pasa a ser la dueña de toda la rica herencia de Bahar y sus hijos, un movimiento que la convierte en un personaje temible por todos aquellos que la han sobajado.
Rengin, quien siempre ha sido interpretada como el personaje secundario, es capaz de darle un golpe de mano a los protagonistas y modificar el equilibrio de poder en la serie. Esta decisión en la historia es un punto de referencia pues posiciona a la doctora Rengin como una difícil enemiga. En un inicio, se pensaba que sería un secundario, pero ahora está claro que cuenta con la astucia y determinación necesaria para enfrentar a los protagonistas y modificar el equilibrio de poder de la serie.
La venganza que trata de llevar a cabo Rengin no solo se desarrolla en relación a Timur y Bahar, sino que afectará al propio hospital y a la vida de los hijos de la pareja. El hecho de que Rengin intente tomar posesión de los bienes de Bahar para hacer en ellos su venganza es una forma de reconfigurarse dentro de la historia, de situarse a sí misma en la misma enunciación, sin renunciar a entrar de lleno a formar parte de la historia, dejando muy claro que no quiere ser una mera espectadora.
El impacto de esta acción se irá sintiendo en toda la estructura narrativa. Por un lado, Bahar y Timur deben aprender a asumir las consecuencias de lo sucedido, mientras que los propios hijos de la pareja viven la incertidumbre de un futuro que, en la narración, es cada vez más incierto. Por otro lado, Rengin aparece para decir que no quiere vivir la historia como espectadora, que no está dispuesta a someterse a lo que le toca, sino que va a pelear por lo que considera que le corresponde.
