lunes, 31 marzo 2025

Conversor de Divisas

Si notas esto en tus piernas, podrías tener la enfermedad que ya afecta a 50.000 españoles

Las señales que emite nuestro cuerpo suelen ser los primeros indicadores de que algo no funciona correctamente. La enfermedad conocida como Esclerosis Múltiple (EM) se ha convertido en una preocupación creciente dentro del panorama sanitario español, con cifras que ya superan los 50.000 afectados y una tendencia al alza que inquieta a los especialistas. Detectar sus primeros síntomas, especialmente aquellos relacionados con las extremidades inferiores, puede marcar la diferencia entre un diagnóstico temprano y complicaciones futuras.

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Las alteraciones en la movilidad y sensibilidad de las piernas representan uno de los principales signos de alerta que no deberían pasarse por alto. Hormigueos inexplicables, debilidad muscular repentina o dificultades para mantener el equilibrio son manifestaciones que, aunque podrían atribuirse inicialmente a cansancio o sobreesfuerzo, merecen atención médica cuando persisten en el tiempo o aparecen sin causa aparente. La esclerosis múltiple, considerada la segunda causa de discapacidad entre jóvenes adultos en España, continúa siendo una enfermedad infradiagnosticada en sus fases iniciales precisamente por la tendencia a normalizar estos síntomas.

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¿POR QUÉ LA ESCLEROSIS MÚLTIPLE ATACA A LAS PIERNAS?

Fuente: Freepik

El mecanismo por el cual la esclerosis múltiple afecta particularmente a la movilidad de las piernas está directamente relacionado con su naturaleza como enfermedad desmielinizante. En condiciones normales, las fibras nerviosas están recubiertas por una sustancia llamada mielina, que funciona como un aislante y permite la transmisión rápida y eficiente de los impulsos eléctricos a través del sistema nervioso. Sin embargo, en la esclerosis múltiple, el sistema inmunológico ataca erróneamente esta capa protectora de mielina en diversas zonas del cerebro y la médula espinal, provocando lesiones o placas que interrumpen la comunicación normal entre el cerebro y el resto del cuerpo.

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La médula espinal, que alberga las vías nerviosas encargadas de controlar los movimientos de las extremidades inferiores, suele verse frecuentemente afectada en los primeros estadios de la enfermedad. Cuando las lesiones desmielinizantes aparecen en esta región, las señales que viajan desde el cerebro hasta los músculos de las piernas se ven alteradas o ralentizadas, manifestándose en los síntomas anteriormente descritos como debilidad, hormigueo o problemas de coordinación. Esta predilección por afectar las vías nerviosas que controlan la movilidad de las piernas explica por qué muchos pacientes experimentan estos síntomas como primera manifestación de la esclerosis múltiple, incluso años antes de recibir un diagnóstico definitivo.


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