sábado, 29 marzo 2025

‘La Favorita 1922’: Una nueva amenaza acorrala a Elena

La ciudad de Madrid ofrezco la imagen de una ciudad de fiestas y luces, pero es un escenario de venganzas, de intrigas, de pasiones, de celos… En ese mundo, Elena (Verónica Sánchez) está en el centro de la tormenta: Pelayo, un emisario de Don César, se acerca más hacia ella, su vida pende de un hilo…

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A la vez, el restaurante, que podría convertirse en su última oportunidad de salvación, será el centro de una lucha en favor de la vida y de la emoción, en favor de la supervivencia, en favor de la economía. Así, en esta nueva trama de “La Favorita 1922”, iremos mezclando la tensión romántica, la tensión dramática, la atención social… En un mundo donde el amor y el peligro van entrelazados.

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EL RESTAURANTE, TRAMPA Y REFUGIO

'La Favorita 1922': Una nueva amenaza acorrala a Elena
Fuente: Mediaset

Después del revés de la primera noche del restaurante, Elena está a un paso de precipitarse al abismo. Las deudas a Don Benito le ahogan, y su única salvación parece ser Julio, que interpreta Luis Fernández en este contexto. Julio, seductor y conocido como es, le propone hacer un pacto que puede salvar el negocio, pero que puede complicarle todavía más la vida a Elena. A pesar de que su primer impulso es dudar ante esa propuesta, la acaba aceptando, porque le queda claro que no tiene otra.

Costosa decisión, puesto que, aun en el mismo momento en el que toma una determinación, debe colocar su confianza en un humano que, aunque le haya demostrado fidelidad, es también un ser humano que puede complicarle su vida.
El plan de Julio es extraordinario: intentará llevar a las puertas del restaurante a la alta sociedad madrileña. Para eso, primero convence a Covadonga de Penalba (Elia Galera), dama de la alta sociedad, de que haga la próxima fiesta en el restaurante.

La presencia de Covadonga podría significar no solo la puntada inicial de un nuevo negocio, sino que también catapultaría a Elena y Julio al mundo de lujo y debidas oportunidades. Sin embargo, la organización de ese evento es más complicada, y ello no hace más que aumentar las tensiones entre los personajes. Todo tiene que funcionar, desde el menú hasta la decoración de la cena, y el estrés comenzará a tener sus consecuencias.

A medida que trabajan mano a mano, la atracción se ve intensificada entre Elena y Julio. Sus miradas se entrelazan en complicidad, y los gestos cómplices tampoco pasan inadvertidos, pero dan lugar también a las dudas y a los conflictos. ¿El restaurante, que podría haber sido su refugio, se convierte también en una posible trampa.

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