Muchos conductores consideran un hábito cotidiano encender la radio de sus coches durante sus trayectos para amenizar el camino. La manipulación imprudente de la radio mientras se conduce se ha convertido en una de las infracciones más perseguidas por los agentes de tráfico en los últimos meses. Lo que para muchos parece un gesto inocuo, como cambiar de emisora o subir el volumen, puede terminar en una cuantiosa multa que oscila entre los 200 y los 3.000 euros, dependiendo de la gravedad de la distracción y sus posibles consecuencias.
La Dirección General de Tráfico ha intensificado los controles para detectar todo tipo de distracciones al volante, incluidas aquellas relacionadas con la manipulación de dispositivos multimedia. Este endurecimiento responde a las alarmantes estadísticas que sitúan las distracciones como causa principal en uno de cada tres accidentes mortales en las carreteras españolas. Los expertos en seguridad vial advierten que desviar la atención para manipular la radio supone recorrer decenas de metros prácticamente a ciegas, un riesgo que aumenta proporcionalmente con la velocidad del vehículo, y que puede tener consecuencias fatales tanto para el infractor como para otros usuarios de la vía.
3MULTAS DE HASTA 3.000 EUROS: ¿CUÁNDO SE APLICAN?

Las sanciones más severas se reservan para aquellos casos en los que la distracción con la radio forma parte de una conducta temeraria que pone en grave peligro la vida o integridad de las personas. Para que se aplique una multa cercana a los 3.000 euros, deben concurrir varios factores agravantes, como circular a velocidad excesiva mientras se manipula la radio, realizar maniobras bruscas o peligrosas durante la distracción, o que esta provoque daños materiales o personales. Además, las sanciones pueden incrementarse si el conductor es reincidente o si incumple alguna orden de los agentes cuando es requerido para detener el vehículo, situaciones que transforman una simple infracción administrativa en un asunto que puede incluso dirimirse por la vía penal con todas sus consecuencias.
Un caso que ilustra la severidad de estas sanciones ocurrió recientemente en la provincia de Valencia, donde un conductor fue multado con 2.800 euros tras provocar un accidente mientras cambiaba la emisora de radio. El conductor circulaba por una vía interurbana cuando, al intentar sintonizar otra emisora, invadió el carril contrario y colisionó frontalmente con otro vehículo. Afortunadamente no hubo víctimas mortales, pero tres personas resultaron heridas. La sentencia consideró que hubo negligencia grave al combinar la manipulación de la radio con una velocidad inadecuada, un precedente que demuestra la firme determinación de las autoridades para combatir las distracciones al volante, especialmente aquellas que resultan en situaciones de peligro concreto.